La Policía española ha participado en un dispositivo de control fronterizo en los principales aeropuertos de Europa en una operación conjunta que ha finalizado con la devolución a sus países de 509 personas que intentaban entrar en la UE de manera irregular. De las personas devueltas a sus países de origen, más de la mitad, un total de 274, lo han sido en el aeropuerto parisino de Roissy.
Según informó ayer la Dirección General de la Policía, el objetivo de la operación era combatir la inmigración ilegal procedente de América del Sur que utiliza los aeropuertos de las principales capitales europeas con la intención última de llegar a España.
Los policías españoles que han participado en la operación, desarrollada durante 16 días de junio, están adscritos a la Comisaría General de Extranjería y Documentación y han actuado en los aeropuertos de París, Milán, Lisboa y Amsterdam.