Mueren dos inmigrantes que intentaron saltar la valla de Melilla

La Guardia Civil investiga si el fallecido en el lado español de la frontera fue tiroteado. Las autoridades calculan que participaron en el asalto entre 50 y 70 personas, de las cuales ocho están heridas graves

La Vanguardia, 04-07-2006

Melilla. (Agencias).- Dos inmigrantes fallecieron hoy, uno en territorio marroquí y otro en el español, durante un asalto a la valla fronteriza entre Melilla y Marruecos protagonizado por un grupo de entre cincuenta y setenta subsaharianos, el primero desde los intentos de entrada masiva en la zona hace siete meses.

La intentona, que también dejó ocho heridos a ambos lados de la valla, se produjo sobre las 5.20 de esta madrugada entre el puesto fronterizo de Farhana y Zoco Had, aunque sólo cinco extranjeros lograron entrar en territorio español: el que falleció, otro que sufrió heridas graves y tres que resultaron ilesos.

La Guardia Civil investiga las causas de la muerte del inmigrante en territorio español, ya que inicialmente se informó de que había muerto tras precipitarse desde la valla, a seis metros de altura, pero posteriormente el delegado del Gobierno en Melilla, José Fernández Chacón, afirmó que una de las hipótesis que se manejan “es que se haya producido por disparos de arma de fuego”.

Chacón recordó que la Guardia Civil no porta en el perímetro fronterizo armas de fuego, sino material antidisturbios reglamentario, con el que anoche se efectuaron disparos disuasorios al aire cuando los inmigrantes trataban de superar la valla encaramados a escaleras artesanales provistas de garfios rudimentarios.

Al fallecido se le practicó la autopsia en el cementerio de la Purísima Concepción de la ciudad autónoma, sin que por el momento hayan trascendido sus resultados, a la vez que ha sido entregado al juez un informe sobre la “exhaustiva inspección ocular” llevada a cabo en la zona.

Tras conocerse el fallecimiento de este extranjero, fuentes oficiales marroquíes anunciaron la muerte de un segundo inmigrante del grupo cuando tras resultar herido en el asalto era trasladado al hospital Hassani de Nador, aunque no precisaron las causas.

De los ocho heridos, todos ellos de gravedad, siete sufrieron cortes a causa de la alambrada y permanecieron en el lado marroquí, mientras que el octavo logró cruzar a Melilla y fue trasladado con un desgarro abdominal al Hospital Comarcal, donde fue operado y evoluciona favorablemente.

“Grupo aislado”
El delegado del Gobierno negó en rueda de prensa que lo ocurrido se trate de una avalancha, ya que “sólo” participaron entre 50 y 70 personas, mientras que en la marroquí provincia vecina de Nador no se concentran más de 180 subsaharianos frente a los miles del año pasado. “Ha sido un grupo aislado, vienen desesperados y van a intentar cualquier método” para llegar a España, dijo.

Destacó la “colaboración marroquí” en la zona fronteriza y eludió pronunciarse sobre la posibilidad de que los disparos fueran efectuados por las fuerzas de seguridad del país vecino.

Tras conocerse lo sucedido, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, dijo que el Gobierno “ha dejado muy claro que no va a trabajar con la inmigración como si fuera una amenaza” para España y recalcó el “drama humanitario” que supone la inmigración ilegal.

El secretario general del PP, Ángel Acebes, consideró “imprescindible” en materia de inmigración un “gran acuerdo entre todas las fuerzas políticas” y un “gran acuerdo con Europa restableciendo la confianza” en España “perdida por las decisiones propagandísticas” de José Luis Rodríguez Zapatero.

Mientras, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, pidió al Gobierno “una explicación y un informe” sobre la muerte del extranjero y expresó su preocupación sobre el hecho de que cada vez que se produce un intento masivo de entrar en España “se producen muertos o heridos”.

También el eurodiputado italiano Giusto Catania, del grupo Izquierda Unitaria Europea (IUE), abogó por que el Parlamento Europeo investigue si la Guardia Civil española ha empleado armas de fuego para impedir el acceso de inmigrantes irregulares a la ciudad autónoma de Melilla.

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