La hipótesis que cobra más fuerza para explicar la muerte de un inmigrante subsahariano en el lado español de la valla fronteriza que separa Melilla de Marruecos apunta a que el fallecimiento «se haya podido producir» por disparos de arma de fuego. Es la primera hipótesis de trabajo que baraja la Delegación del Gobierno y que ayer daba a conocer su máximo responsable, José Fernández Chacón, quien, al hilo de este dato, recordó que los agentes de la Guardia Civil que vigilan el perímetro fronterizo solamente utilizan armas antidisturbios «y reglamentarias». No obstante, apuntó que habrá que esperar a conocer los datos de la autopsia que ayer se le practicó al cadáver para esclarecer este punto.

Explicó así Chacón los pormenores del primer intento de entrada de inmigrantes ilegales del verano y que se produjo a las 05.20 horas a la altura del puesto fronterizo de Farhana y Zoco El Had, cuando un grupo de entre 50 y 70 subsaharianos trataron de saltar la sirga tridimensional «que actualmente se está instalando». Finalmente, fueron cinco las personas que lograron superar la valla exterior de la sirga sirviéndose, una vez más, de escaleras artesanales, escalas y garfios rudimentarios, si bien todos ellos se quedaron enganchados en el sistema de cables que conforma la sirga. Informó Fernández Chacón que de esos cinco inmigrantes, además del fallecido, tres resultaron ilesos y un cuarto subsahariano resultó herido grave tras, al parecer, caer sobre uno de los anclajes de la sirga tridimensional, si bien su vida no corre peligro después de ser intervenido quirúrgicamente de urgencia en el Hospital Comarcal.

Grupo «aislado»

Horas antes de que el delegado del Gobierno compareciese ante la prensa, el Ministerio del Interior emitía un comunicado en el que apuntaba que la muerte del inmigrante se podría haber producido tras precipitarse desde lo alto de la valla, que tiene una altura aproximada de seis metros. Sobre esta segunda hipótesis, José Fernández Chacón negó tener más datos de los oficiales, «y la prudencia nos obliga a que debamos analizar, con una exhaustiva inspección ocular, la parte del perímetro fronterizo donde se produjo el asalto». Lo que sí dejó claro el delegado del Gobierno fue que este intento de entrada ilegal a Melilla por parte de un grupo «aislado» de inmigrantes nada tiene que ver con los asaltos masivos registrados «en épocas pasadas», aunque reconoció que «en toda la provincia de Nador» existe un número «reducido» de 180 inmigrantes que tratan de llegar a la ciudad.

Pocas horas después de esta comparecencia, la agencia MAP informó de que un segundo inmigrante, que resultó herido grave cuando intentaba saltar la valla fronteriza de Melilla, murió cuando era trasladado a un hospital de Nador, y añadió que ya se ha abierto una investigación para determinar las causas de este incidente. Según MAP, siete inmigrantes ilegales de países subsaharianos, ninguno de ellos marroquí, resultaron heridos de gravedad al tratar de superar la valla en la zona cercana al puesto fronterizo de Farhana.

«A pesar de los disparos intimidatorios de los vigilantes del puesto (fronterizo de Farhana), los aspirantes a la emigración ilegal prosiguieron con su escalada de la alambrada, sufriendo heridas graves siete de ellos», anotaron las fuentes.