La secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, aseguró ayer, tras conocerse la muerte del inmigrante subsahariano en Melilla, que se ha tratado de una «situación puntual, minoritaria y no extrapolable» que «nada tiene que ver» con la oleada de intentos de cruzar a territorio español que se produjeron durante el pasado otoño. En lo referente a cómo se desarrollaron los hechos, la secretaria de Estado se comprometió a que la información será «transparente y puntual»en el momento en que se cierre la investigación.

Por su parte, la Oficina del Defensor del Pueblo ha abierto una investigación de oficio por la muerte del inmigrante en la valla. El Defensor se dirigirá primero a la Delegación del Gobierno en Melilla para pedir un esclarecimiento de los hechos, aunque se inhibirá en caso de que se inicie una investigación judicial sobre esta muerte, como exige la legislación al respecto.

El año pasado, la adjunta primera al Defensor del Pueblo, María Luisa Cava de Llano realizó una pormenorizada investigación sobre los asaltos masivos de inmigrantes de origen subsahariano a las vallas de Melilla y Ceuta, que presentó en la Comisión Mixta Congreso – Senado del Defensor del Pueblo. En su exposición, criticó la devolución de 73 subsharianos a Marruecos por la aplicación de un procedimiento inadecuado de repatriación, así como los medios para repeler las entradas.

Respetar los derechos

Este es el primer asalto masivo al perímetro fronterizo desde octubre, aunque el Defensor del Pueblo ya advierte en la Memoria de 2005, que esta calma puede ser sólo «coyuntural». La Institución concluye que «resulta esencial» que el respecto a los derechos básicos se evalúe con el mismo rigor con el que ya se analizan el cumplimiento de las disposiciones financieras y contables.