EFE/MADRID
Por primera vez la justicia española considera que pertenecer a los Latin King puede suponer un delito de asociación ilícita. Así lo entiende un juzgado de Madrid que ha abierto diligencias contra 14 miembros del grupo por estar integrados en la banda. El magistrado afirma que Valencia es uno de los ‘reinos’ del grupo en España. Valencia, Madrid, Barcelona y Murcia. Estos son, según un juez de un municipio madrileño, los cuatro
reinos
de los Latin Kings en España. Cada uno de ellos está integrado por
capítulos
que tienen al frente a cinco oficiales: Inca, Cacique, Jefe de Guerra, Tesorero y Maestro.


El magistrado ha estimado que existen indicios de delito de asociación ilícita por la pertenencia a la banda, primera ocasión en la que se establece esta consideración. El titular del juzgado de instrucción número 2 de Collado Villalba ha ordenado continuar el procedimiento iniciado contra catorce supuestos dirigentes de la banda, entre ellos su fundador en España, el ecuatoriano Eric Javier Velástegui, condenado ya a 21 años de prisión por robo, detención ilegal y violación.


Desde la década de los 90

En el auto por el que ordena que sigan las diligencias, el juez narra la llegada a España desde los últimos años de la década de los noventa de ciudadanos ecuatorianos que en su país de origen formaban parte de los Latin Kings. Algunos de ellos, como Velástegui, ya ostentaban en su país de origen la condición de “reyes” o dirigentes del grupo. El texto atribuye a Velástegui la redacción, el 14 de febrero de 2000, del “manifiesto” fundacional de la Sagrada Tribu América Spain (STAS), que nació con vocación de extenderse por toda España a partir de pequeños grupos, primero en Madrid, luego en Barcelona y después en Valencia.


El auto considera a Velástegui como la persona que culmina toda la estructura de los Latin King en España. “Dirigía la banda personalmente y elegía y determinaba quién debía ostentar los cargos dentro de la misma, dirección que ha seguido ostentando y ejerciendo incluso una vez ingresado en prisión”.


Actividad de la banda

En cuanto a la actividad de la banda, el juez afirma que la organización “promueve la comisión de delitos contra la vida e integridad física de las personas”, tanto de bandas rivales como de la propia.


Según el auto, existen indicios de agresiones y coacciones en los rituales para el ingreso en la banda y, en concreto, se citan las declaraciones de testigos que explicaron que los menores eran obligados a pegarse entre ellos para poder ser admitidos. También habla de las amenazas y coacciones que sufren aquellos que pertenecen al grupo y que deciden abandonarlo.


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