Las ONG califican la sirga de «trampa mortal»

La Razón, 04-07-2006

Ceuta – El último asalto a la frontera melillense tras el intento del 29 de
diciembre de 2005 ha sido también la primera prueba para el novedoso
sistema de impermeabilización de fronteras en el continente africano que
el Gobierno de Zapatero presentó como alternativa tras las avalanchas del
otoño pasado.
   En su informe anual de 2005, el Defensor del
Pueblo, Enrique Múgica, se hace eco de la denuncia sobre los daños que
podría causar a los inmigrantes que Prodein y medio centenar de ONG más
realizaron. «Resulta poco conveniente emitir un juicio sobre este elemento
sin conocer más a fondo su diseño y comprobar su funcionamiento», dice
Múgica en su informe con una tibieza que disgusta a Palazón. «Es una
trampa mortal y cualquiera que la haya visto lo sabe», insistía ayer el
responsable de Prodein, que aseguró desconocer si las informaciones
apuntadas desde el entorno del Ejecutivo melillense sobre el estado de
«alerta» de los guardias que se dedican a la custodia de la frontera fue
tal durante la noche de ayer. Estas fuentes aseguraron que los efectivos
de la Benemérita permanecieron de guardia hasta las 3:00 horas «porque
sospechaban que podía producirse algún intento de salto de estas
características», aunque habrían desactivado los servicios especiales a
esa hora ante la calma aparente que reinaba.
   El delegado del
Gobierno sí reconoció que la Guardia Civil había vuelto a utilizar hace
una semana un helicóptero para sus tareas de vigilancia, aunque restó
importancia al hecho y lo enmarcó en simples «tareas de prevención». Otras
fuentes cercanas a la Comandancia de la Guardia Civil en Ceuta
corroboraron que desde los sucesos de septiembre se ha reducido
«considerablemente» en las dos ciudades autónomas el número de guardias
dedicados a tareas de vigilancia en el perímetro fronterizo, de donde casi
han desaparecido los efectivos enviados desde la península.
   

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