Konrado Muguerza, presidente del Consejo Escolar de Euskadi: «Es preciso un debate sereno entre todos sobre los modelos lingüísticos»

Explica que el sistema educativo avanza hacia una «escuela inclusiva» que exige un cambio de mentalidad

Diario Vasco, 04-07-2006

«No se puede hablar de calidad del sistema educativo, si no es una calidad para todos». Es el espíritu sobre el que se desarrolla la denominada «escuela inclusiva», que ayer explicó detenidamente en los Cursos de Verano de la UPV en San Sebastián el recién nombrado presidente del Consejo Escolar de Euskadi, Konrado Muger – tza. Se trata de un modelo educativo que exige «cambios profundos de mentalidad» y que afronta como retos principales la educación en «la diversidad» y la reformulación, mediante consenso, de los modelos lingüísticos existentes.



– Se habla de una «escuela inclusiva» como futuro modelo de educación integradora y de calidad. ¿En qué consiste?

– El avance hacia la escuela inclusiva es una auténtica revolución, ya que supone cambios muy profundos en la mentalidad no sólo de la escuela, sino de toda la sociedad. La escuela inclusiva entiende que no hay calidad del sistema educativo, si la calidad no es para todos. Se trata de una escuela al servicio de las personas, una expresión muy limitada, pero con unas implicaciones muy profundas.

– ¿En qué se concretan esos cambios, en la metodología de enseñanza, en las tecnologías ?

– La innovación en las pedagogías, la introducción de nuevas tecnologías o la mejora en la enseñanza de conocimientos de lenguas, ciencias o desarrollo sostenible deben ir en paralelo a ese proceso hacia una escuela inclusiva. Pero ese concepto es mucho más profundo, es entender que la educación es lo más importante para la persona y que esa formación debe basarse en la diversidad que ahora conforma la sociedad.

– La integración del alumnado inmigrante es una de las líneas estratégicas del departamento vasco de Educación.

– Desde hace años, se trabaja en la integración de personas discapacitadas y, en ese aspecto, el sistema educativo vasco es un referente en el Estado español porque la integración de estas personas en los centros es beneficiosa tanto para ellos, como para el resto de alumnos. Ahora, el reto es la integración del progresivo número de alumnado inmigrante (4,8% del total) tanto en la red pública, como en la privada – concertada. La escuela inclusiva es también la escuela de los valores, participativa, solidaria, democrática

– Suena un poco a utopía esa integración total

– Existen modelos segregadores, otros que lo hacen veladamente y modelos integradores que arrastran actitudes o actividades que segregan al alumnado en grupos. Ahí es donde tenemos que marcarnos unos objetivos y trabajar para crear escuelas abiertas, en las que participen las familias, el barrio, el entorno. Ya se están haciendo buenas prácticas en ese sentido en algunos centros: utilizar por ejemplo los comedores o los patios para educar en valores de convivencia y respeto, más allá de las matemáticas o el lenguaje.

– Uno de los primeros escollos que habrá que salvar para esa integración será la polémica sobre los modelos lingüísticos.

– Una realidad objetiva es que estamos en un país bilingüe y que hay que establecer unas leyes que capaciten a los alumnos para comunicarse no sólo en las dos lenguas oficiales, sino también en las extranjeras. Ahora no se habla de bilingüismo, sino de multilingüismo. Está claro que el modelo D da una formación en euskera mayor que el A, pero hay unas leyes y el derecho de los padres a decidir el centro educativo para sus hijos Es un tema complejo que, dada la nueva época más tranquila y esperanzadora que vivimos, creo que podemos debatir entre todas las partes de una forma serena. Lo primero que tenemos que delimitar, sin cargas ideológicas, es el objetivo a lograr. Hay que ponerse de acuerdo en qué significa adquirir las competencias comunicativas en castellano y euskera, y decidir si queremos que nuestros alumnos deben alcanzarlas antes de finalizar la educación obligatoria. Habría que alcanzar un acuerdo global entre todos los agentes implicados, sin imposiciones, pero tampoco existen fórmulas mágicas para establecer el mejor modelo. En febrero del próximo año, el Departamento de Educación debe hacer una propuesta en el Parlamento de reformulación de los modelos lingüísticos.

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