Esto no es Dinamarca!», le espeta un policía a una reportera cuando le interroga sobre un caso reciente de brutalidad policial que inevitablemente remite al asesinato de George Floyd, aunque la ópera prima del tándem formado por Frederik Louis Hviid y Anders Ølholm fue rodada un año antes. «¡Esto no es Dinamarca!» y lo hace señalando con la mirada un bloque de pisos de los que abundan en el extrarradio de las grandes ciudades europeas.

Violencia, xenofobia, inmigración, el costumbrismo del ghetto, yihadismo, marginalidad… son temas que se agolpan en una película que, pese a estar firmada por una pareja de directores daneses, y sus evidentes similitudes con las francesas ‘El odio’ (Mathieu Kassovitz, 1995) y ‘Los miserables’ (Ladj Ly, 2019), toma como referente el trabajo de Antoine Fuqua en ‘Training Day’.

A los directores les interesa contar lo fácil que es prender la mecha de un polvorín donde la conflictividad social sigue creciendo ante la pasividad o impotencia de la administración, al tiempo que tratan de humanizar a unos personajes que parten de orígenes diametralmente opuestos. Lo logran tirando brochazos dramáticos que sirven como pretexto para justificar un ‘western’ de supervivencia con el que supuestamente están poniendo al público sobre aviso ante el deterioro del estado del bienestar.

ECOEMBES Y SEO BIRDLIFE
El día en el que toda España podrá unirse contra la ‘basuraleza’

SHORTA. EL PESO DE LA LEY
Dinamarca. 2020. 95 m. (16). ‘Thriller’.
Directores:
Frederik Louis Hviid y Anders Ølholm.
Intérpretes:
Simon Sears.