La inmigración y la inseguridad ciudadana son dos de los problemas más acuciantes para los ciudadanos de Ceuta y de Melilla, en mayor medida que para el resto de los españoles, aunque en ambas ciudades el asunto que más preocupa es el paro, como en todo el país. En Melilla, en concreto, el porcentaje de personas preocupadas por la inseguridad es el mayor del país y triplica la tasa de otras regiones.

Así se recoge en el ‘Barómetro autonómico’ elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas el pasado mes de diciembre. En ambas ciudades autónomas creen que sus dirigentes locales han afrontado de manera regular o bien el trabajo de los dos últimos años.

Preguntados por la situación política y económica de España, los ceutíes creen que es regular y los melillenses, regular tirando a buena; en cuanto a sus ciudades, la situación se percibe como buena por los ciudadanos en ambos casos y seis de cada diez cree que ha mejorado con respecto a los dos años anteriores.

En cuanto a las reforma de la Constitución, asunto incluido en la cuesta, el 61 por ciento de los ceutíes la dejaría como está, lo mismo que piensa el 54 por ciento de los melillenses. Y de reformarla, para modificar la sucesión a la Corona, principalmente.

También coinciden los ciudadanos de estas dos ciudades en que el Estado autonómico debe permanecer tal cual está (70 por ciento) o con más competencias de las autonomías. Y casi la mitad, en ambos casos, cree que el esquema territorial ha contribuido al desarrollo del separatismo; aparte esta consideración, entienden que el autonomismo acerca la gestión pública a los ciudadanos, ha sido positivo y ha funcionado bien, aunque haya incrementado el gasto público sin mejorar los servicios.

Otro dato de la encuesta señala que el 70 por ciento de los ciudadanos de Ceuta y también de Melilla entiende que España es su país y otro 20 por ciento, que es su nación, sin que nadie responda en ningún caso que es un «Estado ajeno». Es parecido el porcentaje de los que dicen sentirse orgullosos de ser españoles y algo superior, de ser ceutíes y melillenses.

Y en cuanto a la reforma de sus propios estatutos, los ciudadanos de Ceuta consideran necesario reformarlo y los de Melilla, no. De hacerlo, en ambos casos responden que debe ser con un acuerdo «amplísimo» y servir para lograr más competencias y tener más capacidad de decisión. Y como el resto de los españoles, manifiestan no conocer los contenidos de las reformas de los estatutos valenciano y catalán.