El sueño de emigrar a 'Puebla York'
Un millón de habitantes del Estado de Puebla viven en la ciudad de los rascacielos
El País, 03-07-2006Ángel Lucero, de 18 años, estudiante de tercero de bachillerato, está dispuesto a irse a Nueva York para reunirse con su padre en cuanto termine el curso escolar. Su compañera de clase Sonia Balbuena, 17 años, se lo está pensando. Tiene cuatro hermanos que viven en Brooklyn. Suli Villa, 16 años, en primero de bachillerato, nació y vivió en Manhattan nueve años, cuando sus padres eran emigrantes ilegales. Quiere volver a Estados Unidos, pero sólo “de visita”. Casi todos los 200 alumnos de la escuela secundaria Vicente Guerrero de la localidad de Piaxtla, en el Estado mexicano de Puebla, tiene familiares directos en Estados Unidos. Tarde o temprano abandonarán estas tierras, que se han convertido en una de las zonas de más emigración de México.
“Muchos de los alumnos viven con los abuelos y viven de las remesas que envían sus padres”, explica Hermila Hernández, subdirectora de la escuela pública de Piaxtla. “Los que se marchan a Estados Unidos suelen dejar los estudios para ponerse a trabajar”, añade.
Las comunidades de la región mixteca, al sur de Puebla, son pueblos fantasmas, habitados en su gran mayoría por gente de edad avanzada, niños y adolescentes. Los varones han desaparecido del mapa. Municipios como Piaxtla, Chinantla, Tulcingo del Valle, Izúcar de Matamoros, Tehutzingo y Acatlán se han ido vaciando en las últimas décadas para engrosar la numerosa comunidad poblana en EE UU, integrada por unos dos millones de personas, según diversas estimaciones.
El destino preferido de los poblanos es Nueva York. Allí constituyen una comunidad numerosa que se ha desperdigado por diversos puntos de la gran ciudad. Muchos cocineros en Brooklyn y el Bronx, mecánicos en Queens, personal de limpieza en Manhattan y camareros en cafeterías de Wall Street son originarios de Puebla.
Cerca de un millón de poblanos viven en Puebla York, como llaman a la gran urbe estadounidense, según estimación del Consulado mexicano. Algunos se han convertido en prósperos hombres de negocios, como Félix Sánchez, conocido como el Rey de la Tortilla, que dirige una amplia red de tortillerías mexicanas en Nueva York. Cada mes de agosto, don Félix viaja a su Piaxtla natal con motivo de las fiestas del pueblo y se reúne con su padre, don Ildefonso Sánchez. O Alfonso Zapata, originario del municipio de Zacapala. Empezó como contratista de emigrantes y acabó creando un imperio de empresas de hostelería, construcción y de mariachis.
Las dos terceras partes de los habitantes de Piaxtla y Chinantla, dos municipios separados por una calle, están en Estados Unidos, señala el padre Gustavo Rodríguez, que coordina en Puebla el Centro de Comunicación Popular, para dar ayuda e información a los emigrantes a través del programa Yacana, palabra en lengua náhuatl que significa el ave que emigra. Los primeros emigrantes de Piaxtla se acogieron al Programa Braceros de finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, a través del que eran contratados en época de cosecha en los campos de California, Nuevo México y Tejas. Después empezaron a quedarse en el país vecino y a poner la mira en Nueva York, explica el alcalde, Armando Aquino.
La gran emigración de la Mixteca poblana, la zona más pobre de Puebla, empezó en los años ochenta por la sequía y la caída de los precios del maíz, fríjol, cacahuete y jamaica. “Los americanos nos venden maíz de peor calidad tres veces más barato”, señala el presidente del gobierno municipal. Con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos la entrada de fríjol y maíz procedente del vecino del norte no pagará ningún arancel a partir de 2008.
Las remesas, segunda fuente de divisas para México, alcanzaron 20.035 millones de dólares en 2005. De los 32 Estados de la federación, Puebla ocupó el quinto lugar, con 1.173,9 millones de dólares. El dinero llega a través de transferencias bancarias y de los paqueteros. Estos últimos son “comerciantes legales”, que cada ocho días hacen el viaje Puebla-Nueva York-Puebla. En el trayecto de ida transportan productos tradicionales mexicanos y documentos, y de regreso traen parte de las remesas. Son vecinos de los pueblos en los que la gente confía. Cobran un 10% de comisión al remitente del dinero. El banco cobra el doble.
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