Judith Sunderland, directora asociada de la división para Europa y Asia Central de Human Rights Watch; y Sara Prestianni, responsable de migración y asilo en la oficina de Bruselas de Euro Med droits, han pedido este jueves a la Unión Europea (UE) que establezca canales «seguros y legales» para que las personas puedan viajar de África a Europa.

Han reclamado un cambio de las políticas europeas de gestión de las migraciones que abandone «la lógica del chantaje, de la presión e instrumentalización» y de paso a la apuesta por rutas legales, «la única forma para no jugar con la vida de las personas», ha afirmado Judith Sunderland en declaraciones a los medios de comunicación antes de participar en el foro Migrantes organizado por la Fundación CajaCanarias en Tenerife.

La directora asociada de la división para Europa y Asia Central de Human Rights Watch ha criticado que en Europa falta una visión compartida sobre la migración para avanzar hacia una gestión «humana y eficaz».

En la misma línea, Sara Prestianni ha lamentado que los estados miembros de la UE no hayan reflexionado nunca sobre cómo encontrar una respuesta para que las personas no mueran ni arriesguen su vida.

A su juicio, «la única solución es abrir rutas seguras de acceso al territorio europeo», además de tratar de comprender cuáles son las razones por las que las personas salen de sus países y no limitarse solo a devolverlos a ellos o confinarlos como se ha hecho en Canarias y Lesbos.

Estas rutas evitarían también que se instrumentalizara la inmigración, ha destacado la responsable de migración y asilo en la oficina de Bruselas de Euro Med droits, quien ha insistido en que ahora se abre una oportunidad en Europa para «cambiar» las normas.

Ha defendido que Europa necesita a inmigrantes debido al envejecimiento de la población en el continente, si bien para ello es necesario «un consenso y una visión compartida» en el seno de la Unión Europea, donde se debe de producir un debate «normal, racional» que «no esté manchado de racismo».

Las dos expertas se han referido al debate que se va a producir en la Comisión Europea, que supone una «oportunidad» para cambiar la propuesta del pacto europeo, el marco legislativo y político de la política de asilo e inmigración europea, que fue presentada el 23 de septiembre de 2020.

Han señalado que los estados europeos que tienen frontera con África deberían de hacer un frente común en contra de esta propuesta presentada que se basa en el bloqueo de los inmigrantes y no «tiene nada que ver con la solidaridad».

Asimismo, han abogado porque países como Italia, España y Grecia hagan presión para que se cambie el reglamento de Dublín, la normativa que «bloquea a los inmigrantes en los países de primera acogida» y da lugar a las islas cárcel, como ha sucedido por ejemplo en Canarias.

También en las islas griegas «ha habido y sigue habiendo» una política muy clara de contener a las personas en las islas, ha precisado Judith Sunderland, quien ha recordado que, de la misma manera, en Canarias se bloqueó durante meses la salida migrantes a pesar de que tuviesen el derecho a viajar.

Aunque ha precisado que hay «muchas» personas en Canarias que podrían no tener acceso a protección internacional como el asilo, sí que podrían viajar a Europa para encontrarse con sus familias gracias a la reunificación familiar.

La experta en migraciones, que ha visitado los centros para inmigrantes instalados en Tenerife, ha denunciado que los macrocentros basados en la emergencia llevan a la vulneración de derechos humanos y «casi nunca funcionan bien» porque se olvidan de que «cada individuo es un ser humano con sus derechos».

El hecho de «mantener hacinadas» a las personas migrantes en «un año muy difícil» no ha sido «una buena idea» y es posible que haya contribuido a reacciones xenófobas, ha añadido Sunderland, quien ha criticado que además algunos partidos políticos se aprovechen de los miedos y las preocupaciones de las personas para ganar votos.