Madrid. (EFE).- La muerte de una joven ecuatoriana, de 29 años, apuñalada esta madrugada en Ávila por un ciudadano dominicano con el que llevaba saliendo un mes eleva a 36 el número de mujeres fallecidas a causa de la violencia doméstica en lo que va de año.

La mujer, identificada con las iniciales A.M.U.J., fue apuñalada presuntamente por F.O.S., de 35 años y natural de la República Dominicana, en presencia de una menor hija del detenido.

Al agresor, con domicilio en Avila, le constan dos denuncias por malos tratos por parte de su anterior pareja, así como una orden judicial de alejamiento de ésta.

El mes de enero, con nueve víctimas, y el de marzo, con otras nueve, han sido los meses más trágicos del año en cuanto a violencia doméstica se refiere. En abril y mayo murieron cinco mujeres en cada uno de ellos, en febrero fallecieron cuatro y en junio tres.

El último suceso tuvo lugar Madrid, donde el 23 de junio, una mujer de nacionalidad ucraniana y que ejercía la prostitución, murió tras recibir catorce puñaladas, por parte de un hombre, con el que mantenía una relación sentimental, y que fue, al poco, detenido.

Fue la tercera víctima de un mes en el que también fue hallado, el día 16, el cadáver de una mujer de 32 años, identificada como E.M.P.T., en su vivienda de Peñarroya (Córdoba).

La mujer presentaba heridas de arma blanca y había solicitado hacía menos de una semana una orden de protección ante las supuestas amenazas recibidas por parte de su ex pareja, que fue detenido ese mismo día.

Posteriormente, el día 19, Agentes de la Guardia Civil de Murcia, adscritos al puesto de Mazarrón (Murcia), detuvieron a un ciudadano británico, de unos 65 años, que confesó haber matado a su esposa, de unos 70, y explicó que ella misma le pidió que lo hiciera para poner fin a los dolores de espalda que sufría. La víctima presentaba claros síntomas de haber sido estrangulada.

Por Comunidades Autónomas, Andalucía, con ocho víctimas, es la comunidad que acumula mayor número de muertes, seguida de Cataluña y Madrid, con cinco cada una; la Comunidad Valenciana, Murcia y Castilla-León, con tres cada una; Canarias y País Vasco, con dos; y Aragón, Asturias, Baleares, Castilla-La Mancha, y Extremadura, con una víctima cada una.

En lo que respecta a la nacionalidad de las víctimas, diecinueve de las mujeres eran españolas, cinco eran ciudadanas de la UE, otras seis eran latinoamericanas, una ciudadana de este de Europa, otra africana, y otras cuatro desconocida.