El Gobierno eleva el tono y Robles acusa a Marruecos de «chantaje»
Rabat rechaza «el doble lenguaje» de España, mientras Casado ahonda sus críticas a Sánchez por no evitar la crisis
Diario Sur, , 21-05-2021madrid. Lejos de apaciguar los ánimos, el Gobierno elevó el tono y la ministra de Defensa acusó a Marruecos de «chantajear» a España por «utilizar» a menores en la avalancha de inmigrantes de Ceuta. Margarita Robles dijo ayer lo que no había dicho hasta ahora ningún miembro del Ejecutivo para responder al reino alauí. Habló de «vulneración del derecho internacional» y de «agresión contra la integridad territorial de España», una terminología poco compatible con la normalización de las relaciones que busca el Ministerio de Exteriores.
Robles explicó que la avalancha de más de 8.000 inmigrantes en Ceuta, de los que cerca de 1.500 eran menores, fue promovida por las autoridades marroquíes y solo puede ser calificada como «chantaje». Qué otro término se puede emplear, se preguntó, ante «la utilización de niños» por parte de los policías magrebíes que abrieron las puertas de los pasos fronterizos para «desestabilizar» la ciudad norteafricana.
La ministra de Defensa lanzó un aviso rotundo, «con España no se juega», advirtió en una entrevista en RNE que «la integridad territorial no es negociable» y aseguró que el Gobierno va a «usar todos medios necesarios» para garantizarla.
Lo que no se puede hacer, prosiguió, es violar el derecho internacional en respuesta a una actitud «humanitaria», como la atención médica al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en España. Marruecos, según Robles, podía haber «protestado o mostrado su malestar», pero no organizar una estampida de «personas y menores» engañados. «Con España no van a poder», insistió.
Sus comentarios motivaron la primera respuesta oficial marroquí tras cuatro días de silencio. El ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, avisó de entrada que la embajadora de su país en Madrid «no regresará mientras dure la crisis, y la crisis durará mientras continúe su verdadera causa», en referencia a la presencia en España del líder del Polisario. Karima Benyaich fue llamada a consultas en Rabat el pasado martes. Su ausencia de Madrid es un serio mensaje de protesta en el lenguaje diplomático. La Moncloa confiaba en un pronto regreso.
Bourita señaló, además, que su país «no acepta el doble lenguaje y las posiciones de Madrid». Marruecos hoy en día, subrayó, «no es el de ayer» y en «ciertos entornos en España deben actualizar su visión». El ministro no se refirió de forma expresa a las palabras de Margarita Robles, pero una fuente de su ministerio lo hizo en el diario digital ‘Le Desk’. «Hemos escuchado las palabras agresión, chantaje», y la utilización de esos conceptos demuestra que «ciertos entornos en España deben actualizar sus conocimientos. Siguen mirando a Marruecos con las gafas del pasado». El mismo mensaje que Bourita pero desde el anonimato.
El malestar en Rabat por las respuesta del Gobierno de Pedro Sánchez a la crisis ya era evidente en los medios informativos afines al rey Mohamed VI y al Gobierno de Saadeddine Othmani. Un alto cargo no identificado señaló en el diario digital ‘le360.ma’ que el tiempo de «las palmaditas en la espalda» de España a modo de disculpas ya ha pasado y ha llegado el momento de «los actos» de desagravio por la colaboración con el Frente Polisario. En la misma web se afirma que Sánchez «lleva la máscara de Franco» y que «la España neofranquista da una triste imagen de la Unión Europea».
En la agencia de noticias oficial, MAP, su director escribe que «el pobre Gobierno de Pedro Sánchez se precipita directo al muro tocando la bocina» y pronostica que «las consecuencias de esta gran crisis política y diplomática serán sin duda múltiples y calamitosas» porque dará paso a los «viejos demonios, viejas amarguras y viejos resentimientos» y sepultará «15 años de progreso juntos para construir una asociación bilateral sólida».
La crisis hispano – marroquí tiene, además, su vertiente doméstica con el enfrentamiento entre el Gobierno y el principal partido de la oposición, que lejos de amainar tras el choque frontal que mantuvieron el miércoles Sánchez y Pablo Casado en el Congreso, también subió el diapasón. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, afirmó que si su partido gobernara no se habría producido el enfrentamiento con Marruecos porque Casado lo «vio venir». Recordó que «hace dos semanas» se reunió con dos altos cargos marroquíes para analizar la situación creada por la presencia en España de Brahim Ghali.
El propio Casado ratificó las palabras de su segundo. «Llevábamos un mes diciendo que esto iba a pasar. Ha sido la crónica de una crisis anunciada», manifestó en una visita al stand de Ceuta en Fitur. Precisó que no culpaba al Gobierno de la crisis con Marruecos, pero sí de tener «la responsabilidad de no haberla evitado».
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