La llegada de inmigrantes indocumentados a las costas andaluzas continúa sin descanso, ya que ayer fueron interceptados 106 en aguas de Granada y Almería a bordo de dos pateras.

Por un lado, al sur de la provincia almeriense fueron rescatados 72 ‘sin papeles’ de origen magrebí, entre ellos cinco mujeres y cuatro o cinco que decían ser menores, después de más de seis horas de búsqueda de una embarcación que, según el testimonio de sus integrantes, viajaba a la deriva sin combustible.

Según explicaron fuentes de Salvamento Marítimo, a la una de la madrugada de ayer recibieron un aviso del 112, con el que los clandestinos se habían puesto en contacto telefónico al encontrarse a la deriva y rodeados de barcos, por lo que temían una posible colisión y reservaban el poco combustible que les quedaba para maniobrar en caso de embestida. Las fuentes explicaron que tras movilizar a la Salvamar Denébola y a un helicóptero del servicio, se pusieron en contacto con compañías telefónicas para tratar de fijar el punto en que navegaba la embarcación a partir de las antenas por las que podría haber entrado la llamada.

Al no dar resultados esta opción, Salvamento Marítimo contactó también con la Guardia Civil para que el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) tratase de detectar el eco y determinar una posición, algo que tampoco llegó a buen término.

Salieron el viernes

Finalmente, una nueva llamada de los inmigrantes permitió localizar el punto en que se encontraban, 21 millas al sur de Almería, gracias a la descripción de un barco que navegaba junto a ellos. En torno a las siete de la mañana la Salvamar Denébola llegó al lugar en que se encontraba la patera – que habría salido de Alhucemas (Marruecos) a las dos de la mañana del viernes – , para trasladar a puerto a los 72 inmigrantes, que según su relato estaban «algo desorientados».

Escoltados por una patrullera de la Guardia Civil, los ‘sin papeles’ atracaron en el puerto almeriense, donde Cruz Roja realizó labores humanitarias, pues se encontraban sedientos, desnutridos y cansados, aunque todos ellos presentaban buen estado de salud.

Por otro lado, una patera con 34 indocumentados, al menos tres de ellos menores, fue interceptada ayer a unas 15 millas al sur de Motril (Granada). Según el testimonio de los clandestinos, la embarcación, de seis metros de eslora y dos de manga, llevaba en la mar 48 horas cuando fue interceptada y tenía el motor parado por una avería. Los inmigrantes, de origen magrebí, fueron trasladados Salvamento Marítimo al puerto de Motril donde fueron atendidos por la Cruz Roja.

Uno de ellos, diabético, tuvo que recibir asistencia médica especializada, aunque no se encuentra grave mientras que otro tuvo que ser hospitalizado y otro más atendido por los médicos por las diversas quemaduras que presentaba.