El CD Arrupe Chaminade S.a.n.s.e., de Donostia, y la Real Sociedad protagonizaron uno de los momentos más significativos del fin de semana en el fútbol base guipuzcoano. Las plantillas de la categoría cadete (de primer año, nacidos en 2006) de ambos clubes se arrodillaron antes de arrancar el partido que les enfrentaba en las instalaciones de Zubieta como señal de protesta por un incidente de tintes racistas que tuvo como víctima a uno de los chavales del S.a.n.s.e.

El episodio en cuestión tuvo lugar el pasado miércoles, en un encuentro que se disputó en las instalaciones del Sporting de Herrera, y que enfrentaba al conjunto del barrio donostiarra de Altza con el CD S.a.n.s.e. Al parecer, uno de los jugadores del S.a.n.s.e., tal y como apunta a este periódico Ryan Valoria, uno de los coordinadores del club, recibió insultos racistas en el trascurso del encuentro. «Se jugó entre semana porque era un partido aplazado. En el acta quedó reflejado que el chico le expuso al árbitro que había sido objeto de faltas de respeto por su condición de extranjero, aunque el colegiado no escuchó nada durante el encuentro», cuenta Valoria.

El entrenador del CD S.a.n.s.e. se dirigió al árbitro al terminar el choque y le explicó lo sucedido, y el colegiado le respondió que de haberlo sabido (él no escuchó nada) hubiera detenido el encuentro. Al ser unas instalaciones abiertas y que están encuadradas en una ladera del barrio de Altza (en la zona de Larratxo), se cree que los insultos pudieron llegar de fuera de las instalaciones del club aurinegro. No existe certeza alguna de quién o quiénes pudieron proferir los insultos (tales como «te doy dos euritos y me traes un Kebab», o «puto ’Apu’») y si tenían relación previa con los jóvenes de ambas plantillas.

«Lo que sí sabemos es que el chico terminó el partido afectado, los insultos le dejaron tocado», apuntan desde el CD S.a.n.s.e. Para arropar al joven, el club decidió hacer un gesto de cariño y apoyo hacia él este pasado fin de semana, en un encuentro que disputaron en Zubieta ante la Real Sociedad. Ante el escaso margen de maniobra que tenían para hablar con todos los clubes del territorio, apostaron por emular a los jugadores de la Premier League e hincar la rodilla en el suelo como motivo de protesta, iniciativa a la que se sumó también el conjunto txuri-urdin.

«El chico nunca será el culpable de nada»
Por su parte, desde el Sporting de Herrera también se condena de forma enérgica cualquier incidente de estas características. «Nos encantaría saber quién pudo haber dicho ese tipo de cosas. Ayer (por el domingo), sin ir más lejos, uno de los jugadores de nuestro Regional también sufrió insultos racistas. Es algo desagradable. Ninguno de nuestros jugadores afirma haber oído nada el pasado miércoles, y nos dicen que si lo hubieran oído hubieran dejado de jugar», apunta José Nunes, uno de los coordinadores deportivos del club.

El Sporting de Herrera, en cuyas diversas categorías hay muchísimos jugadores de origen extranjero (un 72%, afirman desde el club), se puso en contacto al día siguiente con la Federación Guipuzcoana de Fútbol para ponerles en conocimiento de lo que había pasado. «El caso es que no sabemos a quién acusar, no hay certezas. Si lo supiéramos habríamos llamado a la Ertzaintza para poner una denuncia», indican, para agregar que «nos da pena que nuestro nombre se pueda ver involucrado en un asunto como este. El chico, eso sí, nunca va a ser el culpable de nada. Eso lo tenemos muy claro. Este club siempre ha trabajado en pos de la integración en la sociedad de jóvenes de todas partes del mundo».