«Más que una sociedad racista, tenemos prejuicios racistas»
El exjugador de baloncesto Sitapha Savané y el corresponsal Xabier Madariaga piden no quedarse «callados», ni «ponerse de perfil» ante actos de xenofobia
El Correo, , 05-05-2021Partamos de una premisa: «ideológicamente vs biológicamente». Porque las ideas racistas grabadas en unos chocan de lleno con la realidad, donde en la sociedad únicamente existe una raza que engloba a todas las personas. Y por fortuna, si hiciésemos una fotografía de toda la población, la gran mayoría quedaría encuadrada en este segundo grupo. Sin embargo, esta imagen nos revelaría un quehacer todavía, un hecho que emborrona su nitidez. «El racismo existe –sí, en nuestras calles también–. Aunque no somos una sociedad racista, sí tenemos prejuicios racistas», sostiene Sitapha Savané.
Ese fue el punto de partida de la charla que el exjugador de baloncesto senegalés, Savané, y el periodista y corresponsal Xabier Madariaga mantuvieron en el Kultur Leioa. Un encuentro, organizado por el Ayuntamiento y la Red Antirrumores, en el que desde el principio fueron directos y pusieron de relieve esa realidad, que obligó a la reflexión a muchos. Madariaga expuso un ejemplo cercano. «Mi hermana vino con su novio, que es del Congo, y mi padre en privado nos dijo: ‘Hasta huelen diferente’. En ese momento pensé, ‘en casa también’…».
No puso impedimentos en la relación, pero muestra esos prejuicios a los que hicieron mención y siguen palpables hoy en día. Savané pide ir al origen de esas «anécdotas», encontrar la raíz para atajar esos comentarios que, si bien no incitan al odio, sí trazan una línea divisoria en la sociedad. «Esta es la parte baja del iceberg y una consecuencia de lo que aprendes inconscientemente de la sociedad. Si te crías en ella, lo extraño sería no coger esos prejuicios». Fijó su origen en la colonización de las Américas. «Se inventaron las razas para justificar las acciones». Seis siglos después, ese «sistema» se mantiene.
Esa fotografía de la que hablábamos nos lleva a enfocar el objetivo de la cámara en otro sitio: la migración en los mares. «¿Crisis migratoria o humanitaria?», cuestionó de primeras Savané. «No hay un efecto llamada, es un efecto huida. Nadie arriesga su vida para irse de vacaciones. Es lo que cualquiera de nosotros haríamos por nuestros hijos». Y censuró que se esté utilizando estas escenas para hacer campaña política. «El 80% de la inmigración irregular llega en avión», incidió.
«Convivencia enriquecedora»
En ese mensaje, ambos pidieron a la población no relacionar la llegada de extranjeros con una amenaza, sino con una «convivencia enriquecedora» para todos, en la que, además, aportan más a la economía de lo que reciben. Creen que el primer paso para erradicar el racismo, y su vertiente de prejuicios de la sociedad, pasa por realizar «una toma de conciencia», fase en la que estamos actualmente. Es decir, plantarle cara. Paralelamente también se avanza en la educación, con cursos en escuelas y encuentros donde se aborda este espinoso tema.
El tercer escalón sería realizar «un cambio de leyes», apuntan. Un enjuiciamiento contra las actitudes racistas que debería empezar desde uno mismo. «Debemos posicionarnos contra estos casos. El silencio te hace cómplice y ponerte de perfil no te hace ser neutral». Y pusieron como ejemplo los insultos racistas que recibió Iñaki Williams, jugador del Athletic, en un partido de liga. «Duele más el silencio del resto que el propio insulto».
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