Vidas. Y protector de los duques de Sussex
Tyler Perry, de nacer en la pobreza y sufrir malos tratos a convertirse en el multimillonario que acaba de ganar el Oscar humanitario
El Mundo, , 27-04-2021El hambre agudiza el ingenio y Tyler Perry (51) es el ejemplo viviente de este popular refrán. De pequeño nadaba en la pobreza en una destartalada casa en Nueva Orleans donde la persona que ejercía de padre le maltrataba constantemente. Para evadirse de esa cruda realidad se dedicó a imitar a personajes famosos ante las risas agridulces de su madre. Oprah Winfrey (67) le cambió la vida cuando en uno de sus programas escuchó que escribir era terapéutico.
Aquel talento innato le ha convertido en la actualidad en uno de las personas más ricas e influyentes del espectáculo. Gracias a la franquicia de Madea, este personaje le ha reportado hasta la fecha unas ganancias de 660 millones de dólares y su fortuna alcanza según los últimos datos de Forbes los 1.000 millones de dólares. Una cifra que se va a incrementar sustancialmente tras su lucrativo contrato con ViacomCBS que le paga 150 millones de dólares al año por proveer contenido a la empresa.
Desde que ganó su primer millón, Perry ha gestionado con inteligencia su dinero ya que es el primer afroamericano en poseer lo estudios de grabación más grandes del mundo con una superficie de 133 hectáreas en Atlanta en los que ha invertido 250 millones de dólares. En ese vasto terreno hay una copia a escala de la Casa Blanca.
Es propietario del copyright de más de 1.200 episodios de diferentes espacios televisivos, de 22 películas y al menos 25 obras de teatro que cada año le reportan ingentes cantidades de dinero que también ha sabido invertir en propiedades en diferentes países, siendo su base principal la mansión de 3.200 metros cuadrados ubicada en un terreno de 485 hectáreas que se está construyendo en Atlanta. También posee una isla privada en las Bahamas, dos aviones privados, una gran colección de coches de lujo y otras inversiones inmobiliarias.
Tyler Perry saltó a la fama en España porque él mismo protegió a los duques de Sussex tras su espantada de la corte de los Windsor en cuanto se instalaron en California. Meghan Markle (39), el príncipe Harry (36) y Archie, de casi 2 años, estaban “desamparados” porque la monarquía les había quitado la protección oficial y el príncipe Carlos le negó la asignación a su hijo. De ahí que el multimillonario hombre del espectáculo acudiera a su rescate pagando de su propio bolsillo a un ejército de guardaespaldas, así como la cesión de su mansión de 2.000 metros cuadrados, ocho dormitorios, 12 baños y una gran piscina en un extenso jardín valorada en 19 millones de dólares y ubicada en la prestigiosa urbanización privada Beverly Ridge Estates en Beverly Hills. Y todo gracias a su gran amiga en común, Oprah Winfrey, uno de los rostros conocidos que asistieron a la boda real de los Sussex.
Semejante nivel de riqueza no le ha hecho desentenderse de los más vulnerables. De hecho, es uno de los filántropos americanos más generosos de los últimos años. Desde el 2006, a través de The Perry Foundation (su lema es transformar la tragedia en triunfo) ha donado millones de dólares a diferentes causas, entre ellas, a los damnificados por el terremoto de Haití y del huracán Harvey, colabora con diferentes entidades que cuidan de los refugiados, provee medicamentos a los niños más necesitados, ofrece becas de estudios y durante la pandemia ha dejado propinas de miles de dólares en bares y restaurantes y ha comprado comida para los ancianos. Su gran labor ha sido recompensada este año con el Jean Hersholt Award (el Oscar humanitario) por su compromiso con los problemas de la justicia social y su ímpetu por lograr un ámbito de trabajo seguro y eficiente durante la Covid-19.
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