«Merecemos más opciones para vivir»
'EN LA CALLE' Abdoulay y Mohamed son dos de los jóvenes que ponen voz en un documental a la dura vivencia de los migrantes que duermen en la calle. «Hay que abrir los ojos» ante esta realidad, piden
Diario Vasco, , 27-04-2021«Nos merecemos más oportunidades. Hemos vivido situaciones muy difíciles, con un poco de ayuda nuestra situación se puede mejorar». El documental ‘En la calle’, estrenado ayer por SOS Racismo y la Red de Acogida Ciudadana, recoge las vivencias de jóvenes migrantes que están o han estado en situación de calle, así como sus reivindicaciones para tener una vida normal. Abdoulay Nanga Tudu y Mohamed El Ghadoui son dos de los testimonios que narran su vida en el documental producido, que también cuenta con la colaboración de Zurrumurruen Aurkako Sarea. Todos reivindican «mayores oportunidades» para los jóvenes migrantes, que no tengan que vivir sin cobijo. Aprecian una mayor aceptación social, pero creen que se puede hacer más, «sobre todo la administración».
Abdoulay Nanga Tudu: «Estás en clase pensando dónde vas a pasar la noche»
Natural de Senegal, Abdoulay Nanga Tudu llegó en 2018. Su diagnóstico es claro: «Si no tenemos un sitio para dormir, un sitio para descansar no puedes hacer nada en la vida». Destaca los meses en Bilbao cuando realizaba un curso de soldadura naval. «Algunos compañeros no tenían un techo y cuando terminábamos las clases me mecían ‘Abdoulay, llévate los apuntes porque en la calle no sé qué hacer con ellos’». Esa incertidumbre impide cualquier proyecto de vida y dificulta el día a día, denuncia. «Si no sabes dónde vas a dormir no estás tranquilo, no puedes estudiar. Puedes ir a clase, pero estás pensando dónde pasar la noche». Quiere dar a conocer esta realidad, por eso participa en el documental. «Creo que puede ayudar abrir los ojos, porque hay quien no se cree que haya gente durmiendo en la calle». En su caso llegó al local de la Cruz Roja en el barrio donostiarra de Intxaurrondo «junto a 50 compañeros». De la mano de los voluntarios de Harrera Sarea, se fueron abriendo paso. «Nos dieron ropa y muchos amigos y familias me han abierto sus puertas y he podido integrarme muy rápido». Aunque no siempre es así. «Compañeros me han contado experiencias como que en un autobús nadie se sienta a su lado, o que la gente que está cerca se mueve».
Aún así cree que los ciudadanos han cambiado y ha mejorado la percepción social hacia el colectivo inmigrante. Han estado «viviendo en Txantxarreka, el gaztetxe del Antiguo», lo que evitó que se vieran en la calle. Quedarse sin techo es habitual «cuando cumplen 18 años. Se ven sin papeles ni trabajo». Para Abdoulay la solución pasa por la Administración. «Si todavía hay gente que está durmiendo en la calle y pasándolo mal es porque las administraciones quieren». Y pone como ejemplo el confinamiento, «cuando se abrieron albergues para que nadie estuviera en la calle o hubo ayudas para que tuvieran habitaciones. Otros entraron en pisos de acogida. Con el Covid-19 hemos visto que si la administración quiere, puede».
Mohamed El Ghadoui: «Nos tienen miedo, espero que cambie esa mirada»
«Hay muchísimas cosas que hay que cambiar y mejorar». Mohamed El Ghadoui es el ejemplo de que cumplir la mayoría de edad supone un enorme cambio para el día a día de los jóvenes migrantes. «Previamente estás en los pisos de Diputación que ‘te protegen’ de alguna forma. Y a partir de ahí estás en la calle sin acompañamiento, no hay obligación de mantenerte en un piso».
Natural de Nador, un pueblo al norte de Marruecos, cerca de Melilla, inició su viaje «junto a unos amigos». Tras pasar por Motril y Málaga, llegó con 16 años. «Solo quería un sitio para descansar. Estuve en el centro de menores UBA en Donostia y después en un piso de autóctonos hasta cumplir 18 años, cuando pasé a un piso de emancipación», un programa de ayuda para el tránsito a la vida adulta.
«Casi todas las plazas están ocupadas y tienes que esperar hasta que se libere una». Esperar, en la calle, claro. «Yo tuve suerte porque fue como un mes pero a veces es muchísimo tiempo. Desde entonces estoy ‘cubierto’. La ayuda no llega para todo, pero por lo menos tengo algo». Porque Mohamed es muy consciente de cómo están otros. «Hay chicos que están en la calle sin ningún recurso y es muy duro».
Por eso pide que se ofrezcan «más oportunidades para las personas migrantes, más recursos para la gente que está en la calle». Y cita algunas mejorías urgentes, como «albergues en invierno para que la gente tenga un techo en días de lluvia o con temperaturas bajo cero». Asimismo, reclama que le gustaría que se modificara la Ley de Extranjería y que relajaran algunos de los requisitos, «como el tiempo de empadronamiento o el año de contrato laboral que nos piden».
«Es muy difícil que si eres un joven migrante que acaba de cumplir 18 años te ofrezcan un contrato de 18 años. Lo es aunque tengas nacionalidad española, ¡imagínate! Todavía necesitamos estudiar, formarnos para tener un trabajo». Asimismo, denuncia que al pasar a ser mayor de edad «es más difícil que te renueven el permiso de residencia, los requisitos son más complicados» o que el no estar empadronado dificulta el acceso a ayudas.
Sus vivencias y el apoyo de los voluntarios de la Red de Acogida y la asociación Sos Racismo le empujaron a contar su historia en el documental. «Es una gran oportunidad para que la gente conozca nuestra realidad, de las cosas que nos faltan y necesitamos». En esa línea, Mohamed desea que el documental ayude «a que la gente cambie su punto de vista». «Me gustaría que no piensen que los que están en la calle son malos». Destaca que esos jóvenes no están en situación de calle «porque quieren». «Nos ven y tienen miedo. Espero que nos vean desde otro punto de vista».
«Son un colectivo con muchísimas posibilidades si se les da la opción»
Transmitir las difíciles situaciones que los jóvenes migrantes tienen que vivir en la calle, darles una oportunidad para que cuenten sus experiencias de primera mano y hacer ver que «con un empujón son capaces de salir» de esa situación. Son tres de los objetivos del documental ‘En la calle’ presentado ayer en la casa de cultura Okendo de Donostia. «Queríamos mostrar eso que han compartido muchas veces con nosotros», refleja Itxaso Agirre. El documental de 20 minutos, elaborado por Sos Racismo y la Red de Acogida Ciudadana, con la colaboración de Zurrumurruen Aurkako Sarea, muestra que «son un colectivo con grandes posibilidades y que tiene muchísimo que dar si no son tratados con discriminación y se les ofrecen oportunidades». Según Agirre, «la situación es mala porque no hay suficientes recursos ni la administración ofrece alternativas».
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