Francia se moviliza hoy para defender a los hijos de inmigrantes sin papeles

La Voz de Galicia, 01-07-2006

Frente a la amenaza de desobediencia civil, el Ministerio del Interior ha preferido dejar que los ánimos se enfríen. Las colas siguen creciendo ante las comisarías para conseguir una regularización gracias a los hijos escolarizados mientras Nicolás Sarkozy se ha comprometido a revisar los expedientes caso por caso, sin prisas, para iniciar las expulsiones.

>
A las tres de esta tarde, las asociaciones de protección de derechos humanos agrupadas en Educación sin Fronteras proclamarán abierta «la caza del niño». Es un llamamiento a violar la ley para impedir que menores nacidos y escolarizados en Francia tengan que dejar el país por mandato prefectoral. Lo suscriben sindicatos, partidos de izquierdas y un buen número de famosos como la actriz Isabelle Adjani o el director Costa Gravas, que animan a los franceses a ocultar si hiciera falta a las familias de ilegales para evitar su expulsión, arriesgando hasta 5 años de cárcel y 30.000 euros de multa. Las manifestaciones se esperan multitudinarias hoy en la plaza de las Bastilla de París y en otras quince grandes ciudades de todo el país.
>
Sarkozy no tiene prisa. Ante la inevitable revisión caso por caso, el mediador que nombró para tomar decisiones, Arno Klasfelld, ha anunciado que nadie abandonará el país contra su voluntad antes del 13 de agosto, fecha límite para la solicitud de revisión de cada expediente. El abogado Klasfelld ha fijado ese plazo para presentar las demandas de regularización; niega que Sarkozy quiera emprender una «caza del niño», pero el ministro ha sido tajante: no se trata de una regularización masiva y serán muy pocos los que consigan los papeles gracias a su progenitura.
>
Las condiciones son estrictas. A la escolarización hay que sumar como condiciones imprescindibles el puesto de trabajo, el domicilio estable, el perfecto dominio del idioma, la voluntad de integración en la sociedad francesa, entre otras.
>
El final ayer del curso escolar ha supuesto el final de la tregua. La política de inmigración de Sarkozy es inflexible, aunque el mediador Klasfelld insiste que actuará con «vigilancia y ternura». A menos de un año de las elecciones presidenciales, el tema es de alta sensibilidad y cada uno busca hacerse la foto: el presidente Jacques Chirac posó esta misma semana rodeado de hijos de inmigrantes en una ceremonia de naturalización solemne. Mientras, ayer el Parlamento adoptó definitivamente la nueva ley sobre la «inmigración a la carta», impulsada por Sarkozy.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)