VIGO

Arranca el juicio a la acusada de obligar a trabajar en tanga o desnudas a siete empleadas del hogar en Vigo

La Audiencia en Vigo abrirá la vista el martes 13. La implicada, que afronta 37 años de cárcel, y su novio, ya fallecido, hacían tocamientos a las víctimas, inmigrantes ilegales, con la excusa de un falso reconocimiento médico para conseguir los papeles

La Voz de Galicia, E. V. PITA VIGO / LA VOZ , 12-04-2021

La quinta sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, celebrará el martes, día 13, el y miércoles, 14, el juicio a una acusada de abuso sexual, agresión sexual, detención ilegal, trata de seres humanos y explotación laboral. La Fiscalía solicita 37 años de prisión para la implicada por, supuestamente, engañar a siete mujeres inmigrantes en situación de vulnerabilidad, con el pretexto de ofrecerles trabajo doméstico, para satisfacer sus deseos sexuales y los de su novio, contra el que no se sigue la causa por haber fallecido.

El caso fue destapado por una víctima que huyó del piso aterrorizada. La pareja las mandaba desnudar y les hacía tocamientos con la excusa de un falso reconocimiento médicos en la vagina y el ano que, según ellos, era necesario y lo normal para obtener los papeles en España. Actuaron entre marzo y octubre del 2019. Hay víctimas de Guatemala, Colombia y Nicaragua. Las perjudicadas eran atraídas con un anuncio-cebo de un portal de Internet que ofrecía un trabajo de empleada del hogar por 900 euros mensuales como interna. A algunas las obligaban a trabajar o comer en tanga o desnudas, las acosaban para que se acostasen con ellos, que se duchasen en su presencia y a una le pegaron.

Según la Fiscalía, la acusada y su novio, que murió al tirarse por la ventana de su edificio durante el registro de su casa, captaban mujeres sudamericanas con cargas familiares en sus países de origen y una gran necesidad económica, vulnerables, sin arraigo ni apoyos en España, en situación de estancia o de ilegalidad. Luego, con el pretexto de ofrecerles trabajo doméstico en su casa, se ganaban su confianza para que acudieran al domicilio de ambos donde, bajo engaño o coacción, «creaban un clima de temor y angustia para doblegar la voluntad de las víctimas y perpetrar contra ellas actos de naturaleza sexual». Además, les imponían condiciones de trabajo que atentaban contra sus derechos laborales y contra su libertad, lo que impedía que escaparan de su control «creando una atmósfera de temor y angustia». Repudio de las asociaciones de empleadas del hogarNueve asociaciones de empleadas del hogar de España han expresado en un comunicado su indignación por los supuestos abusos a ocho internas de Vigo a las que sus contratadores en Vigo hacían trabajar desnudas o en tanga. La única acusada será juzgada mañana por la quinta sección de la Audiencia en Vigo. Piden justicia y reparación para las víctimas y que el Estado tenga mecanismos de protección y evite más delitos «tan graves como estos». Reclaman el cumplimiento de los acuerdos adquiridos en el Convenio de Estambul, para la prevención y lucha contra la violencia sobre la mujer.
Hacen un llamamiento al movimiento social, antirracistas y feminista para que se sume al repudio de estos crímenes.Recuerdan que la consigna de cientos de empleadas del hogar que corean cada 30 de marzo en la Puerta del Sol de Madrid reza: «Soy tu empleada del hogar, no tu esclava sexual». Consideran que estas se ven expuestas en sus lugares de trabajo y de mano de sus propios empleadores. La presidenta de Por ti Mujer, Lucy Polo, señala en un comunicado cómo estas problemáticas no son una novedad en el sector, pero que en pocas ocasiones se dan a conocer. «Las condiciones de abuso sexual y explotación laboral siguen a la hora del día, sobre todo para aquellas mujeres empobrecidas, que no cuentan con un permiso de residencia en España y que trabajan como internas, lo que las vuelve el blanco perfecto para toda clase de abusos, estamos cansadas de que estas situaciones queden en la impunidad y que ni siquiera se hable de esto en los medios de comunicación», afirma.
La presidenta de SEDOAC, Carolina Elías, insiste en la necesidad de eliminar el trabajo de interna, «porque perpetúa la apropiación de las vidas de las mujeres, normalizando el aislamiento y la no construcción de redes de apoyo, lo que las coloca en una situación de máxima vulnerabilidad».

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