Un estudio de investigadores de la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona sobre oratorios musulmanes en Catalunya, encargado por la Generalitat, recomienda la elaboración de una ordenanza marco por parte del Govern para regular la apertura de espacios de culto y garantizar a los inmigrantes el ejercicio de su religión.
El trabajo brinda una radiografía de la situación en Catalunya localizado en seis municipios: Figueres, Granollers, Lleida, Mataró, Olot y Viladecans. Reus, L’Hospitalet de Llobregat, El Vendrell y Santa Coloma de Gramanet rechazaron colaborar, según los autores.
La proliferación de lugares de rezo irá en aumento, coincidiendo con la inmigración y el crecimiento de la población islámica. En 1981, en Catalunya sólo había cuatro oratorios situados en Barcelona, mientras que en el 2004 se contabilizaron 120, “aunque pueden existir más porque hay pisos que se utilizan para este fin sin que nadie lo declare”, explicó el profesor Ángel Belzunegui.

DEBATE
Los primeros en abrir correspondieron a originarios de Pakistán y Bangladesh, pero ahora el 82% corresponde a marroquís. Para Santiago Castellà, vicerrector de la URV, es un error emplazarlos en la periferia y crear guetos, por lo que propone una mesa de concertación, con administraciones, vecinos e inmigrantes, “para debatir el tema y actuar con transparencia”. También se recomienda a los ayuntamientos que aporten técnicos que conozcan la cultura islámica y que se unifiquen los trámites para poner en marcha un oratorio.