madrid. El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, aseguró ayer que la economía española tiene margen suficiente para corregir sus desequilibrios, entre los que citó la falta de competitividad y el alto endeudamiento de las familias.

Caruana evitó entrar en el debate que está generando su sucesión y dejó claro que “la institución está por encima de las personas” e insistió en la importancia de que los bancos centrales y sus gobernadores sean independientes.

Caruana, quien abandonará su cargo el 11 de julio para incorporarse en agosto al Fondo Monetario Internacional (será sustituido por Miguel Ángel Fernández Ordóñez), se despidió de la prensa con un balance de la economía española durante sus seis años de mandato.

Consideró que la actividad ha evolucionado “extraordinariamente bien” y de “una forma diferente a lo habitual”, ya que en los momentos en los que la economía europea ha atravesado fases de debilidad, la española ha mantenido sus tasas “vigorosas” de crecimiento.

Según Caruana, esta buena evolución ha sido consecuencia del propio proceso de integración europeo y de la inmigración, que al incrementar la fuerza laboral española, ha dado mayor flexibilidad a la economía.

La capacidad de integración del flujo migratorio caracteriza “muy positivamente” a la economía española, matizó. No obstante, advirtió de los riesgos y desequilibrios que afectan a la economía, entre los que mencionó la falta de competitividad y el alto endeudamiento, sobre todo de los hogares, que está al 110 por ciento de la media europea.

Así, alertó de que esta pauta de comportamiento por parte de las familias implica un riesgo ante las posibles perturbaciones del escenario económico, aunque también la consideró “lógica y racional”. >efe