El número de inmigrantes empadronados en Catalunya se quintuplica en los últimos seis años

Un estudio revela que disminuyen en unos 18.000 los extranjeros “sin papeles”

La Vanguardia, 29-06-2006

Barcelona. (EFE).- El número de inmigrantes empadronados en Catalunya se ha multiplicado por cinco en los últimos seis años, al pasar de 181.590 a 939.321 extranjeros, de los que 280.000, es decir, el 34,6% del total, se estima que se encuentran en situación irregular, a pesar del último proceso de normalización.

Estos son los datos que se desprenden del informe sobre el ‘Estado de la inmigración en Catalunya. Anuario 2005’ que ha publicado la Fundació Jaume Bofill y que constata que por primera vez un proceso de regularización, el de 2005, ha permitido reducir la bolsa existente de extranjeros “sin papeles”.

Andreu Domingo, subdirector del Centro de Estudios Demográficos (CED) y uno de los responsables del estudio, ha explicado que este último proceso de normalización se tiene que ver como un “éxito”, ya que ha posibilitado que disminuyan en unos 18.000 los extranjeros “sin papeles” residentes en Catalunya, que ahora representan un 34,6% del total, frente al 43% del pasado año.

“Las normalizaciones del 2000 y el 2001 habían tenido un resultado paradójico, dado que al final acabó aumentando el número de irregulares, debido al denominado efecto llamada”, ha recordado Domingo, que ha señalado que los colectivos con un mayor nivel de irregularidad son los latinoamericanos y los originarios de los países de Europa del este.

Domingo ha advertido que “la vía de integración mayoritaria de los inmigrantes que llegan al país es la irregularidad, una constatación que no es buena ni se aguanta, pero que está asumida”.

Para este demógrafo, Catalunya ha vivido en los últimos años un fenómeno “absolutamente excepcional”, como es el creciente aumento de los flujos migratorios, pues la población extranjera se ha quintuplicado en los últimos seis años, desde enero del 2000 al mismo mes de este año, hasta alcanzar los 939.321 inmigrantes, lo que supone el 13,13% de toda la población empadronada.

Motivado principalmente por la buena coyuntura económica catalana, este espectacular crecimiento viene condicionado también por la propia inercia del fenómeno migratorio y por los últimos tres procesos de regularización, que han facilitado un rejuvenecimiento de los flujos y un importante movimiento de reagrupamiento familiar.

Cambios en la estructura de la población
De hecho, ha comentado Domingo, este auge de población inmigrante está provocando un cambio tanto en la estructura como en el origen de la población en general de Catalunya, que está inmersa en un proceso de “latinoamericanización” y “rejuvenecimiento”.

El anuario, el séptimo que elabora la Fundació Jaume Bofill, destaca que aproximadamente un tercio de la población de nacionalidad extranjera empadronada en Catalunya proviene de países del continente americano, en su mayoría de Ecuador, Colombia o Bolivia, mientras que los inmigrantes africanos, hasta hace poco el colectivo más numeroso y con más tradición migratoria en el país, representa una cuarta parte del total.

No obstante, por nacionalidades, los marroquíes continúan siendo los extranjeros más presentes en la comunidad, con cerca de 200.000 personas, lo que supone una quinta parte de la totalidad. Les siguen los ecuatorianos (90.000), los rumanos (50.000) y los colombianos (45.000).

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