El Grupo de Barriadas del PSOE ha denunciado el abandono de las obligaciones de la Ciudad, «que lleva años incumpliendo competencias en salud pública, urbanismo, seguridad y vigilancia», en los barracones del Sardinero. Desde el PSOE insisten en que la única solución pasa por el derribo definitivo a través de unas negociaciones con los dueños de las naves abandonadas. Un problema, señala el grupo de barriadas de los socialistas ceutíes, que «no parece ser prioritario» para Juan Vivas.

Desde la Viceconsejería de Urbanismo, Juan Manuel Doncel, asegura que la Ciudad ha instado a las dos empresas propietarias de los terrenos, Borrás y Eroski, a elaborar un proyecto de demolición de las naves industriales en desuso. Doncel afirmó que los propietarios de los barracones encontrarían todas las facilidades para una rápida obtención de la licencia de demolición, pues es obligación de los titulares de los terrenos. Aún así, la Ciudad ha movilizado a sus operarios y una excavadora para la limpieza y desbroce de los alrededores. Una implicación que Doncel entiende como una obligación por razones de seguridad e higiene. Desde Urbanismo se ignoran los planes que los propietarios para estos terrenos.

El Grupo de Barriadas del PSOE señala que los barracones del Sardinero, habitual refugio de inmigrantes irregulares, son un foco de insalubridad en el que «la sarna es un elemento común entre sus usuarios» y un ejemplo de de peligro para la salud pública, que ha permanecido durante años sin que actuara la Consejería de Sanidad. El PSOE denuncia además las condiciones en la que los operarios desarrollan su trabajo, sin el equipamiento adecuado. Trabajos que el Grupo de Barriadas tacha de «puntuales» y «simples lavados de cara» que nada solucionan.