En su discurso ante el pleno del Parlamento, Torres defendió que en el último año el Gobierno de Canarias ha estado acompañado del Estado. Sin embargo, reconoció que hay aspectos en los que «estamos demasiado lejos y no es fácil que se nos entienda», y uno de esos asuntos es la inmigración.

El presidente del Gobierno indicó que esta es una de sus «mayores preocupaciones» y la envergadura de este fenómeno debe obligar a todas las instituciones con competencias a «repensar las fórmulas y los protocolos». A la vez, expresó su oposición «rotunda» a que los centros de emergencia que se han habilitado en el archipiélago se conviertan en permanentes donde los migrantes deban permanecer «durante semanas, meses o años».

Durante su intervención, volvió a reclamar la corresponsabilidad europea porque, insistió, toda la responsabilidad en la gestión de la inmigración no puede recaer en los territorios que son frontera. «No nos equivoquemos», dijo Torres, «el presente y el futuro de la política migratoria se decide en Bruselas y Estrasburgo». En este sentido, volvió a expresar su rechazo a la propuesta de la Comisión Europea para el nuevo Pacto de Migración y Asilo de la Unión al entender que este texto debe incluir el concepto de solidaridad obligatoria entre los estados miembros y no dejarlo en una simple cuestión de voluntariedad y patrocinio.

El presidente también se refirió a la situación de los menores inmigrantes, que son responsabilidad de la comunidad autónoma, y destacó el esfuerzo del Gobierno de Canarias para atenderlos. Al respecto, subrayó que el presupuesto que se manejaba para atender esta situación se agotó el mes pasado, por lo que demandó una mayor implicación del resto de las comunidades autónomas y de la UE. «Es imposible inaceptable que lo afronte solo Canarias».