La Guardia Civil ha dado por desmantelada «la principal red de distribución de droga en la Ribera» con la detención en un mes de 28 personas en Tudela, Cintruénigo, Cascante, Murchante, Cortes y Madrid. Los investigadores consideran a los arrestados miembros de una organización cuya característica principal era la diversidad de tipologías delictivas en las que estaban especializados: delitos contra la salud pública (tráfico de drogas), estafas con tarjetas de crédito, falsedad documental, receptación de objetos robados y contrabando de tabaco. Los agentes se han incautado de 46 kilos de hachís, 2.500 dosis de cocaína y 1.000 de speed. Todos los detenidos se encuentran ya en libertad tras haber declarado ante la autoridad judicial. Entre los efectos intervenidos destacan 48 tarjetas de crédito falsificadas y preparadas para su uso, incautaciones que han evitado estafas. La Guardia Civil ha dado por desmantelada «la principal red de distribución de droga en la Ribera» con la detención en un mes de 28 personas en Tudela, Cintruénigo, Cascante, Murchante, Cortes y Madrid. Los investigadores consideran a los arrestados miembros de una organización cuya característica principal era la diversidad de tipologías delictivas en las que estaban especializados: delitos contra la salud pública (tráfico de drogas), estafas con tarjetas de crédito, falsedad documental, receptación de objetos robados y contrabando de tabaco. Los agentes se han incautado de 46 kilos de hachís, 2.500 dosis de cocaína y 1.000 de speed. Todos los detenidos se encuentran ya en libertad tras haber declarado ante la autoridad judicial. Entre los efectos intervenidos destacan 48 tarjetas de crédito falsificadas y preparadas para su uso, incautaciones que han evitado estafas.

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El coronel jefe de la Guardia Civil en Navarra, Luis Iglesias, destacó ayer la complejidad de la operación Baco, ya que los detenidos trabajaban «en compartimentos estancos, difíciles de enlazar, pues no sabían unos de otros». «Se comunicaban en muy pocas ocasiones y se nos ha hecho muy difícil llegar a unos y otros», reconoció. Las edades de los detenidos, 24 hombres y 4 mujeres, oscilan entre los 20 y los 61 años. Quince de ellos son navarros y el resto proceden de Burgos, Córdoba, Zaragoza, Soria, Madrid, Colombia, Argentina, Bosnia Herzegovina, Guinea Ecuatorial, Argelia y Marruecos. «El alto grado de organización y compartimentación que los detenidos aplicaban en cada movimiento o transacción en sus operaciones propició que el operativo se iniciara en Navarra y se extendiera a Zaragoza, Soria y Madrid».

Operaba sobre todo en Murchante, de donde procede su máximo responsable, un tudelano de 35 años

Se les imputa tráfico de drogas, receptación de objetos robados, contrabando, falsedad documental y estafa

La alarma social

El máximo responsable de la Guardia Civil se mostró satisfecho con el resultado. «En este tipo de operaciones siempre queda algún fleco, pero en este caso, lo fuerte ya está desmantelado», indicó Iglesias. Se refería así al principal responsable de la distribución de la droga en la Ribera, un tudelano de 35 años cuya identidad responde a las iniciales C.C.M.

Para la Guardia Civil, la red desmantelada controlaba la venta de sustancias estupefacientes principalmente en Murchante. Fue precisamente en esta localidad donde creó una «gran alarma social» los frecuentes desplazamientos de «multitud de consumidores» que iban a esa localidad a adquirir la droga, «generando entre la población un cierto grado de inseguridad y malestar al ver cómo sus hijos tenían que convivir diariamente con este ambiente en sus calles».

Los efectos incautados a los arrestados en once registros domiciliarios muestra la diversidad de la tipología delictiva a la que estaban especializados. Además de los 50 kilos de droga, 11 vehículos de gama media y alta utilizados para sus traslados, 463 frascos de perfumes de gama alta, 2.000 cajetillas procedentes del contrabando de tabaco, ordenadores último modelo así como teléfonos móviles y más de 60.000 euros en metálico. Destacan 48 tarjetas de crédito falsificadas «y preparadas para trabajar con ellas», incautación que ha evitado estafas.

Las investigaciones se iniciaron a raíz de un estudio sobre la evolución de la delincuencia que demostró el incremento de la organizada en la Ribera, «unas veces utilizando Navarra como vía de paso para comunidades limítrofes y otras, como asentamientos en diferentes localidades».

A estas palabras, el delegado del Gobierno en Navarra, Vicente Ripa, añadió que con esta operación «se ha dado un golpe muy severo a la distribución de drogas en la Ribera», una zona en la que la Guardia Civil tenía «fundadas sospechas» de que se registraba una actividad delictiva «relevante e intolerable».

El coronel jefe alabó el trabajo combinado de varias unidades del Instituto Armado, «que han trabajado mucho y con muchos problemas»: los agentes del Edoa (Equipo de Delincuencia Organizada), del Gar (Unidad Rápida de Intervención), el Grupo Cinológico (guías caninos) y de la Policía Judicial en Tudela, a los que calificó como «el “alma mater”» de esta operación.