La comisión de escolarización creada en Estella para evitar que la mayor parte de niños inmigrantes se concentre en la red pública ha distribuido a lo largo de este último curso a 113 alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria que demandaron una plaza fuera de los periodos ordinarios de matriculación. La población escolar procedente de otros países no ha alcanzado las cifras del año 2002, cuando esta iniciativa se puso en marcha a instancias del Ayuntamiento y de los propios colegios e institutos debido a la gran afluencia de inmigrantes, pero se mantiene en torno al centenar. Hace un año, el balance del curso 2004 – 2005 arrojaba un dato similar, cien alumnos. La comisión de escolarización creada en Estella para evitar que la mayor parte de niños inmigrantes se concentre en la red pública ha distribuido a lo largo de este último curso a 113 alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria que demandaron una plaza fuera de los periodos ordinarios de matriculación. La población escolar procedente de otros países no ha alcanzado las cifras del año 2002, cuando esta iniciativa se puso en marcha a instancias del Ayuntamiento y de los propios colegios e institutos debido a la gran afluencia de inmigrantes, pero se mantiene en torno al centenar. Hace un año, el balance del curso 2004 – 2005 arrojaba un dato similar, cien alumnos.

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De los recién llegados, 55 han cursado sus niveles correspondientes en tres centros públicos del municipio – el colegio Remontival, el IES Tierra Estella y, de forma casi testimonial, el IES Politécnico – mientras que 46 lo han hecho en Mater Dei, Santa Ana y Nuestra Señora del Puy, tres colegios concertados de ideario cristiano. El resto se derivó a otros colegios de la comarca, en concreto Allo, Ancín y Los Arcos. En muy contados casos, sólo tres, los niños no se escolarizaron.

Se escolarizó a 55 en centros públicos del municipio, a 46 en los privados y, en algún caso, se derivó a otros pueblos

Lourdes Iraizoz Echandi, trabajadora social del consistorio y responsable de la comisión, considera que el objetivo inicial – lograr un reparto equitativo con el menor desequilibrio posible entre ambas redes de enseñanza – se ha cumplido. «Los centros están haciendo un esfuerzo y la principal finalidad se está consiguiendo. El mayor problema con el que podemos encontrarnos es que las aulas se completen demasiado porque no es positivo que se alcancen los 27 permitidos como máximo por unidad», subraya.

La coordinadora de un equipo de trabajo integrado por los orientadores de los centros educativos explica que el desplazamiento desde pueblos pequeños que no cuentan con transporte escolar ha supuesto un obstáculo para la plena escolarización, sobre todo en el caso de hijos de temporeros que acuden para la campaña del espárrago. A lo largo del curso, la comisión se ha reunido en 27 ocasiones y la semana pasada celebró su último encuentro antes de las vacaciones estivales, al que acudieron los directores de los centros y técnicos del departamento de Educación.

De manera orientativa

Lourdes Iraizoz recuerda que intervienen de manera orientativa cuando se plantea la escolarización de un niño fuera de los periodos ordinarios para inscribirse en un centro, es decir, en la primavera del curso anterior y en septiembre, recién iniciado un nuevo periodo lectivo. Aspectos como las preferencias de los padres o la proximidad al colegio del lugar de residencia se tienen en cuenta a la hora de orientar a quienes solicitan plaza al margen de esas fechas, fundamentalmente inmigrantes y, en zonas como Tierra Estella, también hijos de temporeros que se desplazan desde Andalucía en primavera para la campaña del espárrago. «En la mayor parte de los casos, las familias aceptan nuestro criterio y, si en algún caso no ocurre así, decide la comisión de escolarización de Pamplona», argumenta.Cada semana de septiembre a mayo llegan a la mesa de trabajo del equipo de orientadores dos o tres solicitudes de plaza. Proceden, en buena parte, de inmigrantes que han logrado en ese momento la reagrupación familiar y que no habían podido apuntar a sus hijos hasta saber cuándo se la aprobarían.