El viernes 19 de febrero 25 migrantes transportados en autobús se convirtieron, previamente preseleccionados por el Gobierno de México, en los primeros en alcanzar San Diego desde Tijuana, en el tramo de frontera más congestionado del mundo. Parapetados por el MPP (Protocolos de Protección a Migrantes) como consecuencia del anuncio del presidente Joe Biden de reanudar el registro de solicitantes de refugio ante situaciones de violencia o de pobreza en sus lugares de origen.

Debido a la nueva política del Gobierno estadounidense, 400 migrantes (entre ellos, 89 menores), principalmente centroamericanos, se congregaron en el puesto fronterizo de El Chaparral que divide Tijuana de San Diego. Se calcula que podrán traspasar en los más de tres mil kilómetros de