Francia se moviliza para evitar que expulsen a 50.000 hijos de ilegales

La Voz de Galicia, 27-06-2006

El fin del curso escolar supone una amenaza de expulsión directa para más de 50.000 niños nacidos en Francia de padres sin papeles. El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, sólo se ha comprometido a revisar la situación de unas 700 familias, ante la movilización emprendida por profesores y padres de alumnos en los colegios de todo el país.

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Los encierros, cadenas humanas y pequeñas manifestaciones se suceden desde hace dos meses en centros de enseñanza de París, Marsella y Toulouse. La oenegé Educación sin Fronteras ha lanzado una campaña simbólica de apadrinamiento a la que se ha unido el alcalde de la capital: el socialista Bertrand Delanoë se ha convertido en el «padrino» de la prole de 12 familias de ilegales y ha permitido la recogida de firmas de forma permanente en la plaza del Ayuntamiento. Casi 70.000 franceses han firmado ya contra las expulsiones.

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El diario Libération se ha convertido en el protector de Melanie Ortiz, nacida hace cuatro años en la periferia parisina de padre colombiano y madre ecuatoriana. Si la comisión que estudia su expediente por orden de Sarkozy no lo remedia, tendrá que abandonar el país en cuatro días, los que le quedan de clase en la escuela infantil de Val – de Marne a la que asiste.

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Excepciones

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El pasado día seis, el ministro descartó cualquier posibilidad de «regularización masiva», pero se comprometió a reconsiderar los casos de los niños nacidos y escolarizados en Francia y con el francés como única lengua. Un día después se amparaba en la Convención Europea de Dublín para justificar la expulsión de dos niños de 6 y 3 años y su madre kurda.

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Y mientras los marselleses apadrinaron este fin de semana a 800 personas en peligro de expulsión, un universitario tunecino fue repatriado por barco antes de completar sus exámenes de meteorología en la facultad de Aix – en Provence. La prefectura se adelantó así a las movilizaciones contra su expulsión por avión, prevista para dos días después.

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Para las asociaciones humanitarias y partidos de izquierdas integrados en Educación sin Fronteras es «una muestra de fuerza escandalosa». Para el sábado está convocada una gran manifestación en París contra el concepto de «inmigración desechable» que, según ellos, propone Nicolas Sarkozy.

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El ministro se ha fijado como objetivo para este año la expulsión de 25.000 inmigrantes ilegales. El pasado mayo, la Asamblea Nacional aprobó su ley de «inmigración a la carta», que supone la admisión de trabajadores en los sectores necesitados de mano de obra, y endurece las condiciones para la reagrupación familiar y los matrimonios mixtos.

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Educación sin Fronteras desconfía del ministro, ahora que con las vacaciones de verano llega el final de la tregua a la que se comprometió ante la movilización ciudadana. La organización ha lanzado un comunicado con el apoyo de los sindicatos de estudiantes y del sector aéreo llamando a personal de tierra y tripulaciones de aviones a oponerse a las expulsiones de estudiantes sin papeles porque «su obligación es hacer volar los aviones con pasajeros, no con hombres y mujeres esposados».

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