El Gobierno de Cabo Verde aceptó ayer lunes negociar con España un acuerdo bilateral «de nueva generación» para combatir la inmigración ilegal. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos anunció tras reunirse en su capital, Praia, con las autoridades del país africano, la firma de una declaración política que sentará las bases de ese futuro memorando, y de un acuerdo de cooperación para luchar contra el crimen organizado y el tráfico de drogas.

Según explicó el ministro de Exteriores, se trata de un nuevo instrumento que permitirá afrontar el problema de la llegada masiva de clandestinos de forma «global», pues combinará las repatriaciones con el control conjunto y efectivo de las fronteras y la ayuda al desarrollo. Cabo Verde es muy importante para el control de la inmigración por ser un país de tránsito, que muchos africanos utilizan como trampolín hacia Europa debido a su cercanía a Canarias.

Moratinos se comprometió ante su homólogo caboverdiano, Víctor Borges, y el primer ministro, José María Pereira, a ayudar a Cabo Verde con «medios y recursos». Para ello, un enlace del Ministerio del Interior viajará en julio al país africano, que además ha aceptado ser incluido dentro del despliegue de medios aéreos y marítimos activado por la agencia de control de fronteras de la UE (FRONTEX).

Cabo Verde espera con ello lograr unas «relaciones políticas más fuertes» con España y la UE, señaló el jefe de su diplomacia. Este tipo de acuerdos de segunda generación – que Moratinos propondrá también este martes a sus homólogos de Gambia, Guinea Conakry y Guinea Bissau, y el miércoles al de Mauritania – , combinará las repatriaciones con el control conjunto y efectivo de las fronteras y la ayuda a al desarrollo.

Antes de viajar a Cabo Verde, Moratinos ya presentó esta iniciativa en Las Palmas durante la firma del acuerdo por el que se creó Casa África. El ministro aseguró que el Gobierno trabaja para «paliar al máximo» los efectos negativos que provoca la llegada masiva de indocumentados al archipiélago. No obstante, subrayó que «no tenemos una varita mágica ni vamos a resolver los problemas de la inmigración en dos semanas». «Habrá que hacer todo tipo de esfuerzos concertados», propuso, y afrontar el fenómeno desde la «corresponsabilidad» entre los estados emisores y los receptores.

Repatriaciones

El titular de Exteriores anunció también que se han restablecido los vuelos fletados a Senegal para repatriar indocumentados. El país africano forzó la interrupción de esos traslados al día siguiente de la firma del acuerdo, tras comprobar las condiciones en que fueron devueltos los primeros 99 ciudadanos de su país a Dakar, esposados y convencidos por la Policía española de que les llevaban a otro punto de la Península. Moratinos aseguró que «ha habido unas semanas de modificación de los mecanismos, y se han vuelto a reanudar los vuelos con normalidad».

El ministro repasó ante las autoridades canarias – muy críticas con el Gobierno a raíz de las últimas avalanchas de clandestinos – los esfuerzos realizados para articular esa acción diplomática «global y coherente» que propugna. Destacó la aprobación del Plan África, el incremento de la ayuda para combatir la pobreza en el continente vecino, el reciente despliegue de una docena de diplomáticos, liderados por el embajador Mazarambroz, en diez subsaharianos, y la apertura de nuevas embajadas en Cabo Verde y Malí.