El empleo es una herramienta eficaz para lograr la integración social. La crisis sanitaria y económica ha aumentado la brecha de la desigualdad en Euskadi y ha hecho aflorar algunos de los problemas que arrastra la comunidad desde la crisis anterior: aumento de la pobreza, trabajos precarios… La última jornada del ciclo de debates Lan 2021, organizado por EL CORREO junto al departamento de Empleo del Gobierno vasco, la Diputación Foral de Bizkaia, el Ayuntamiento de Bilbao y la colaboración de BBK, se centró en los retos sociales y laborales a los que se enfrenta el País Vasco.

La charla, titulada ‘Empleo como vía de inclusión social y laboral’, sirvió para elaborar un diagnóstico de las desigualdades en Euskadi y para fijar una hoja de ruta a la salida de la crisis derivada de la pandemia del Covid-19. El foro contó con la participación del viceconsejero de Empleo e Inclusión del Gobierno vasco, Alfonso Gurpegui; del concejal delegado de Acción Social del Ayuntamiento de Bilbao, Juan Ibarretxe; del director de Inclusión Social de la Diputación Foral de Bizkaia, Óscar Seco; del consultor social Fernando Fantova; y de la directora de Sartu Kooperativa, Karmele Artaraz.

La mesa redonda, moderada por el jefe del Área de Economía de este periódico, José Vicente Merino, puso el foco en la gran oportunidad que ofrece el sector de los cuidados y en la necesidad de «dignificar y profesionalizar» esas labores para, así, lograr un empleo de calidad y un bienestar social. El debate íntegro se puede ver a través de la web lan2021.elcorreo.com.

Una sociedad desigual
Alfonso Gurpegui: «Es un problema estructural acentuado por el covid»

La pandemia ha vuelto a traer a Euskadi fantasmas que ya acechaban desde la recesión económica anterior. Eso sí, en comparación con otras comunidades, el País Vasco se sitúa en una posición privilegiada. Así lo cree la directora de Sartu Kooperativa, Karmele Artaraz, quien destacó «el gran apoyo que supone la Renta de Garantía de Ingresos» para las personas en situación de vulnerabilidad. Con todo, siempre hay gente que queda al margen de esas prestaciones, y «es algo que debemos mejorar».

El concejal de Acción Social del Ayuntamiento de Bilbao, Juan Ibarretxe, también puso en valor el sistema de protección vasco, «pero no debemos dormirnos», insistió. Este sistema sirve «para un periodo corto de tiempo, de transición y de salida hacia delante, pero muchas veces se producen estancamientos».

Para el director de Inclusión Social de la Diputación Foral de Bizkaia, Óscar Seco, la pandemia ha aflorado problemas que ya se venían arrastrando de la crisis anterior, «con multitud de personas en situación de vulnerabilidad o con un empleo precario». En ese mismo sentido, el viceconsejero de Empleo e Inclusión del Gobierno vasco, Alfonso Gurpegui, enfatizó que «la desigualdad es un problema estructural que se ha acentuado por el Covid» y la clave para salir de este bache es «no dejar a nadie atrás».

Por su parte, el consultor social Fernando Fantova hizo hincapié en que «hasta hace poco se veía a las personas en exclusión social como diferentes a nosotros» y defendió que el empleo es un instrumento efectivo para lograr la inclusión.

La brecha de género
Juan Ibarretxe: «La desigualdad tiene rostro de mujer»

Tradicionalmente el rol de las mujeres dentro de la familia ha estado ligado a los cuidados y a los quehaceres domésticos. Esa concepción cultural ha provocado que la desigualdad se cebe en especial con ellas. «La desigualdad tiene rostro de mujer: tienen más dificultades para acceder al empleo… para revertir esta situación se deben poner en marcha estrategias de responsabilidad compartida en los hogares y facilitar su acceso al mercado de trabajo», estima el concejal de Acción Social del Ayuntamiento de Bilbao, Juan Ibarretxe.

En el mercado laboral, «ellas ocupan la mayoría de empleos temporales y de jornada parcial», observó la directora de Sartu Kooperativa, Karmele Artaraz. Esta situación se da porque las mujeres deben compatibilizar su trabajo con las labores de cuidado de niños o mayores dependientes.

Para acabar con esta brecha de género, el viceconsejero de Empleo e Inclusión del Gobierno vasco, Alfonso Gurpegui, ve necesario que las políticas públicas «impulsen» esa transición hacia la equidad. Algo se ha avanzado. Según el consultor social Fernando Fantova, «los avances que aún debemos hacer no nos suelen dejar ver todo lo que sí hemos logrado». Como asignatura pendiente, apuntó que se debe invertir en la orientación para el empleo y en sistemas que aseguren una protección básica, como el Ingreso Mínimo Vital.

El director de Inclusión Social de la Diputación de Bizkaia, Óscar Seco, estima que se debe cambiar el modelo y se deben revalorizar todas aquellas labores que aún hoy se asignan a las mujeres, como el ámbito de los cuidados.

El reto demográfico
Óscar Seco: «Debemos reconsiderar las políticas migratorias»

El envejecimiento de la población vasca plantea grandes retos a medio o largo plazo. La reforma de las pensiones es uno de ellos. «El mecanismo actual deja más desprotegidas a otras capas de la sociedad», señaló el consultor social Fernando Fantova. Ante un aumento de la esperanza de vida, «el sistema debe adaptarse».

El relevo generacional es otro de los frentes abiertos. Para el viceconsejero de Empleo e Inclusión del Gobierno vasco, Alfonso Gurpegui, la respuesta no está en fomentar una política natalista. «Lo que sí es cierto es que debemos posibilitar que aquellos que quieran tener hijos puedan tenerlos», dijo en referencia a la situación laboral que hace que muchas parejas se replanteen si es el momento adecuado para tener descendencia.

El director de Inclusión Social de la Diputación de Bizkaia, Óscar Seco, opina que para asegurar ese relevo generacional «es necesario reconsiderar las políticas de inmigración. También se debe revisar la política de extranjería, que no está respondiendo a la necesidad actual».

En ese mismo sentido se expresó la directora de Sartu Kooperativa, Karmele Artaraz, quien señaló que «muchas personas inmigrantes solo necesitan regularizar su situación para poder aportar a la sociedad».

Para el concejal de Acción Social del Ayuntamiento de Bilbao, Juan Ibarretxe, se deben plantear «políticas integrales» que sirvan para ofrecer oportunidades a quienes decidan venir a vivir a una Euskadi «atractiva». «Las políticas actuales alargan mucho los procesos de los inmigrantes para entrar en el mercado de trabajo».

Calidad laboral
Karmele Artaraz: «Hay mucha gente que trabaja y necesita el apoyo de la RGI»

Trabajar no tiene por qué ser un sinónimo de calidad de vida. Cada vez más vascos con empleo tienen dificultades para llegar a fin de mes. «Es un fenómeno que se viene dando de un tiempo a esta parte», señaló el consultor social Fernando Fantova, que ve una gran oportunidad en el sector de los cuidados. «Con una población cada vez más envejecida, es un ámbito que va a demandar mucho trabajo y hay que convertirlos en empleos de calidad», sostiene.

También la directora de Sartu Kooperativa, Karmele Artaraz, lamentó que haya muchas personas en condiciones laborales precarias. «Hay mucha gente que trabaja y aún así necesita el apoyo de la RGI para complementar su sueldo y llegar a fin de mes». Los cuidados siempre han estado ligados a la economía informal y, en su opinión, deben profesionalizarse para avanzar por esa vía.

El viceconsejero de Empleo e Inclusión del Gobierno vasco, Alfonso Gurpegui, destacó la oportunidad que ofrece ese sector, pero ello requiere «dignificar esas labores» y una «apuesta importante de las políticas públicas y de la sociedad».

Por su parte el concejal de Acción Social del Ayuntamiento de Bilbao, Juan Ibarretxe, sacó a colación las aplicaciones que tendrá la tecnología en el acompañamiento y el cuidado. «Puede suponer una revolución y una notable mejora del sistema actual». En ese mismo sentido, el director de Inclusión Social de la Diputación de Bizkaia, Óscar Seco, señaló que también puede ser una vía para impulsar iniciativas comunitarias y desarrollar redes de apoyo fuertes que logren un bienestar y una cohesión social.

Mirada al futuro de Euskadi
Fernando Fantova: «Transitemos hacia una economía más sostenible»

A veces echar la vista atrás puede ayudarnos a visualizar cómo será el futuro. Lo hizo el consultor social Fernando Fantova. En los años en los que Altos Hornos estuvo en activo –rememoró–, sus trabajadores vivían en casas construidas por la empresa y sus hijos estudiaban en escuelas edificadas también por ella. Ahora, el futuro de Euskadi «debe transitar hacia una economía circular y más sostenible, generando una comunidad».

El director de Inclusión Social de la Diputación de Bizkaia, Óscar Seco, también apuesta por una economía de ‘kilómetro cero’. «Ahora tenemos un mercado laboral muy polarizado: por una parte, con trabajos muy bien remunerados; y por otra, con mucha precariedad», observó. Para lograr una integración social, Seco ve necesario cambiar el modelo cultural de lo que significa el trabajo.

La directora de Sartu Kooperativa, Karmele Artaraz, puso el acento en que «no debemos dejar a nadie atrás», para lo que se debe proteger y buscar alternativas para todas aquellas personas a las que, con el modelo actual, les es imposible trabajar.

Por su parte, el concejal bilbaíno de Acción Social, Juan Ibarretxe, abogó por apoyar al tejido productivo de proximidad para que éste pueda generar empleo; y apostó por «flexibilizar» el mercado laboral para facilitar la entrada de personas. El viceconsejero de Empleo e Inclusión del Gobierno vasco, Alfonso Gurpegui, concluyó que desde las instituciones se deben poner en marcha «los apoyos necesarios para acercar al empleo a los más alejados de él».