Los 57 acusados de asaltar el sábado una finca policial de la Zona Franca salieron ayer tarde en libertad sin ningún tipo de fianza, aunque con cargos por los supuestos delitos de daños y desórdenes públicos. En esta tipificación de los hechos ha influido la tasación de los desperfectos, que la policía cifra en 88.000 euros.
Los incidentes ocurrieron a mediodía del sábado, cuando un centenar de personas, que reclaman la libre circulación de los extranjeros por la UE, ocupó el nuevo centro de internamiento para inmigrantes, situado en la calle D sector C. El edificio está todavía en obras y abrirá a mediados de este verano.
Un centenar de manifestantes reclamaron ayer ante el edificio de los juzgados la libertad de todos los detenidos. La mayoría de los encausados denunciaron ante el juez el trato “infame” que, según ellos, les dispensó la policía durante el día y medio en que estuvieron en el actual centro de extranjeros de la Verneda.
“Me tuvieron cinco horas de pie mirando una pared y si me movía un poco me daban collejas. Además, me negaron el agua y la comida durante más de 24 horas”, aseguró un joven tras ser liberado. La policía negó esas imputaciones.
Una muchacha hizo un relato similar de su estancia en comisaría y aseguró que hubo un conato de motín cuando los detenidos comenzaron a golpear las rejas porque no les daban de beber, pese al calor.
Los 17 detenidos italianos anunciaron querellas contra la policía por tildarlos de anarquistas violentos. “En lo único que han acertado es en la nacionalidad”, ironizó una muchacha.
La Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona pidió una investigación sobre la actuación policial. En opinión de esta entidad, “las actuaciones policiales son cada vez más duras y hay indicios de que no se han respetado los derechos de las personas”.

FIESTAS DE GRÀCIA
El alcalde de Barcelona, Joan Clos, relacionó ayer a algunos de los detenidos con el vandalismo urbano. Clos dijo que se investiga si algunos de ellos estuvieron implicados en los disturbios de las fiestas de Gràcia del año pasado.
El alcalde dijo que, si se confirma este extremo, abonaría la teoría de que en Barcelona reside un grupo de entre 200 y 300 personas que participan “de forma reiterada y sistemática” en actos de protesta que acaban en altercados.