El antiguo centro Gabriel María de Ybarra de Orduña, ubicado en el área de esparcimiento de La Muera, comenzará a reformarse en julio. El complejo acogía hasta el pasado año a menores de edad inmigrantes, pero el departamento de Acción Social de la Diputación vizcaína optó entonces por clausurarlo a causa de los serios conflictos originados por los internos.

El renovado complejo se reconvertirá ahora en una residencia con atención diurna para personas con problemas psíquicos, como autismo, psicosis infantil u otras discapacidades graves. El centro ofertará 39 plazas y acogerá, en su mayoría, a adolescentes y niños. Aunque también reservará un espacio para adultos «con trastornos graves» de conducta. «Ingresarán usuarios con gran dependencia que vivirán allí y recibirán atención las veinticuatro horas del día», informó un portavoz de la institución foral.

El proyecto de rehabilitación del antiguo colegio comenzará durante el mes de julio y someterá al edificio a una importante renovación. Las obras se prolongarán 16 meses y están presupuestadas en 2,2 millones de euros. Las labores las financiará la Diputación de Vizcaya.

El diseño previsto destina la planta baja a los usuarios con trastornos graves de conducta. En este espacio se habilitarán seis dormitorios con acceso independiente y un patio de uso exclusivo. En el primer piso se atenderá a los menores con problemas de movilidad, mientras que en el tercero se alojarán las personas con mayor autonomía. Además, el complejo contará también con un centro de día que ocupará las dependencias de la antigua vivienda del director del colegio.

8.000 metros

El edificio cuenta con una superficie de 2.632 metros cuadrados, y dispone de varios patios exteriores, con lo que las instalaciones suman más de 8.000 metros cuadrados. El complejo queda emplazado en las afueras del centro urbano de Orduña, en el espacio natural de La Muera, junto a las piscinas municipales.