Los 57 detenidos que el pasado sábado ocuparon el Centro de Internamiento para Inmigrantes de la Zona Franca de Barcelona quedaron ayer en libertad con cargos tras prestar declaración en los Juzgados de Guardia de Detenidos número 1 y 3.

La juez de guardia dejó en libertad al grupo de asaltantes, a pesar de que la Fiscalía pedía prisión preventiva para todos los detenidos al considerar que su acción fue organizada y, por lo tanto, existía riesgo de que pudiesen reincidir.

A los 57 detenidos se les imputan los cargos de usurpación, daños, atentado a la autoridad y desórdenes públicos, según fuentes judiciales y del colectivo.

Algunos detenidos denunciaron el trato «degradante y vejatorio» al que supuestamente fueron sometidos durante los dos días de reclusión en la comisaría de La Verneda, informa Europa Press.Por ello, anunciaron que presentarán querellas criminales contra los agentes de la CNT que les detuvieron y les custodiaron.

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, aseguró ayer que algunos de los asaltantes podrían estar vinculados con los disturbios que tuvieron lugar el pasado verano durante la celebración de las fiestas del barrio de Gràcia. No obstante, Clos afirmó que todavía habrá que esperar a las conclusiones del atestado policial para conocer los resultados definitivos. Según el alcalde, si esta hipótesis se confirmara «abonaría la suposición de que hay un grupo de unas 200 ó 300 personas que intervienen reiteradamente» en este tipo de incidentes y evidenciaría que actúa de modo «sistemático».

Clos anunció que el Ayuntamiento de Barcelona emprenderá «medidas efectivas» para hacer frente a este tipo de comportamientos y evitar que «se enquisten en la capital catalana».