Un ciudadano de nacionalidad española, de 35 años, ha sido condenado a ocho meses de cárcel y a diez de prohibición de entrar en territorio francés tras ser acusado de ayudar a cruzar la frontera de Biriatou a personas inmigrantes saharauis en situación administrativa irregular, a los que cobraba 150 euros por llevarles hasta Burdeos.

Según informa el diario Sud-Ouest, el hombre fue interceptado el pasado jueves 4 de febrero en la autopista A-63, justo antes del peaje de Biriatou. Al observar que había un control policial en la zona fronteriza, el individuo tuvo la mala idea de preguntar a los policías una alternativa de trayecto, argumentando que se había despistado y que se había saltado una salida. La escena enseguida llamó la atención de los agentes porque además la matrícula del coche no se correspondía con la identificación que aportó y circulaba sin seguro. Ese día viajaba junto a él una mujer, que sí tenía los papeles en regla, y tres ciudadanos de origen saharaui.

Según los hechos juzgados el pasado jueves, el hombre ya había realizado previamente entre cuatro y cinco viajes para introducir a ciudadanos en situación irregular en Francia. El diario francés indica que a uno de los pasajeros se le dejó libre pero los otros dos han sido condenados por prestar falso testimonio ante la Oficina de Inmigración francesa. Juzgados también el pasado jueves, estos demandantes de asilo que pretendían recibir ayudas económicas tanto de Francia como de España, han sido condenados a dos meses de cárcel, indica el Sud Ouest.

Estos hechos ocurren en un contexto de refuerzo de la vigilancia policial en la frontera. Los controles de la Gendarmería francesa en la frontera con Irun llevan ya semanas instalados, dentro del despliegue de seguridad para combatir el yihadismo, con el país vecino en alerta ante la posibilidad de que se puedan cometer atentados. Pero desde anoche, a esa labor de vigilancia también se le ha sumado un mayor control de las medidas de seguridad sanitarias. La principal: la exigencia de acreditar una PCR negativa para todo aquel que entre al país vecino.

9 kilos de marihuana
Los dispositivos de mayor vigilancia están permitiendo a su vez aumentar detenciones por la comisión de posibles delitos, la mayor parte por tráfico de drogas. Ayer mismo, un hombre, de 32 años, también interceptado en el peaje fronterizo de Biriatou era condenado a 20 meses de prisión por transportar 9 kilos de marihuana. Según informa el diario Sud Ouest, el individuo venía de Benidorm y al ser preguntado se mostró nervioso lo que hizo saltar las alarmas. En el posterior registro del vehículo, localizan la droga, que hubiera alcanzado un valor de 16.000 euros en el mercado negro. El hombre dijo desconocer que transportaba la droga, aunque el tribunal ha estimado lo contrario.