La cúpula de Podemos Canarias se plantaba este miércoles con una carta abierta al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, expresando su «hartazgo» ante el bloqueo del Estado en política migratoria. Manuel Marrero, portavoz del partido en las islas y uno de los 48 firmantes del escrito, pide responsabilidades para garantizar los derechos humanos de los inmigrantes.

-Podemos Canarias ya ha manifestado en varias ocasiones su postura respecto a la gestión de la crisis migratoria por parte del Gobierno central. ¿A qué consideran que se debe esa «inacción» de la que hablan?

-Desconocemos la razón de ese inmovilismo, lo que sí conocemos son las consecuencias. Ya hay miles de inmigrantes que han sido derivados a la Península, que no buscan Canarias como destino final, y la solución que se les está dando no nos parece la adecuada. Está claro que no estábamos preparados para una oleada tan masiva y está bien que se haya buscado sitios de acogimiento temporal. Lo que no es de recibo es que esos lugares se hayan convertido en guetos definitivos.

-¿Cómo valora la gestión de los campamentos de inmigrantes?

-No nos satisface y está generando brotes de insolidaridad y xenofobia que no tendría que estarse produciendo en una sociedad que siempre se ha mostrado razonablemente acogedora con la gente que nos llega en la situación que nos llega. Lo cierto es que montar campamentos donde pueden estar más de 2.000 personas no son formas de integración social. Nos parece que el ministro tenía que haber actuado con mucha más diligencia, claridad y firmeza y eso exige trabajar en varios frentes: salvar las vidas de esas personas, en primer lugar, ofrecerles lugares dignos de acogida, respetando los derechos humanos y que puedan ser reorientados hacia otros destinos o que sean repatriados, según el caso. También nos parece fundamental que haya firmeza en la actitud con Marruecos y convenios de colaboración con este país y otros del continente africano cercano como Mauritania, Senegal o Mali, al igual que se hizo en la crisis de 2006.

«El alojamiento en los hoteles no tiene nada que ver con el cero turístico. Lo que tenía que ser era una solución temporal»

-¿Coincide también con las numerosas críticas sobre la decisión de alojar a los migrantes en los hoteles y el impacto negativo que ha tenido en el turismo?

-No tienen nada que ver. El problema es que estamos en un cero turístico desde marzo. Afortunadamente, hemos tenido instalaciones hoteleras que han accedido a acoger temporalmente y de forma digna a la gente que estaba hacinada en el muelle de Arguineguín sin ninguna salida posible. Por tanto, que se hayan hospedado allí porque sean pobres no tiene que ver con otra gente que va y paga su dinero. Ahora ya se están rehabilitando otros lugares para darles acogida, pero lo que nosotros demandamos al ministro es que son centros de paso y no se podían convertir en algo permanente.

-En las últimas semanas han elevado el tono de las críticas. ¿Hasta donde están dispuestos ha llegar?¿Llevarán esa mala gestión a la mesa del pacto nacional con el PSOE?

-No, no lo hemos planteado. Unidas Podemos es miembro del Gobierno de Canarias, del Estado y somos corresponsables de las políticas que se hagan de cualquier tipo. No queremos eludir nuestra corresponsabilidad, pero sí planteamos exigencias con respecto a los derechos humanos.

-En su momento, desde la sede del partido en Madrid se rechazó la petición de dimisión de Grande-Marlaska que ustedes habían planteado. ¿Diría que hay diferencias internas respecto a las funciones del ministro?

-En aquel momento se habló de dimisión y en este hablamos de hartazgo y exigencias al Gobierno del Estado y a la Unión Europea. No hay discrepancias.

-En la carta que usted también firma demandan «estar informados de lo que ocurre». ¿Cree que falta comunicación y transparencia entre el gobierno central y el canario?

-No, la información la exigimos para el conjunto de la población canaria y también para nosotros que formamos gobierno. Creemos que la comunicación no ha sido el fuerte del Gobierno del Estado en el tema de la inmigración. Ha habido silencios y es la población canaria, en general, quien se merece aclaraciones, conocer qué acciones se están tomando, cuál es la situación de los inmigrantes, cómo se le está dando solución, etc. Los gobiernos tienen que ser transparentes.

-¿Cree que ha sido esa falta de información lo que está generando un clima cada vez mayor de inseguridad y xenofobia entre los canarios?

-La comunicación tiene que tener contenido. Si los hechos no existen o son contradictorios, eso puede contribuir a la duda, a considerar que el último de la fila (por ser pobre, su color de piel, etcétera) sea su enemigo, a que la ultraderecha o la derecha más reaccionaria utilice esto como caldo de cultivo electoralista para enfrentarse con las políticas que debieran ser las coherentes en el Gobierno. Hay que hacer, hay que decir, hay que actuar.

-En una entrevista en La Ser en noviembre usted defendía la regularización de los inmigrantes que llegaban al archipiélago. ¿Sigue defendiendo esta opción?

-Habrá algunos que puedan ser regularizados, porque España y la UE necesitan mano de obra para cubrir los puestos que la sociedad no cubre, y habrá otros que no puedan y sean devueltos a sus países de origen. Lo que tiene que haber son relaciones estables entre los países emisores y receptores para garantizar ese flujo de migración imparable y además necesario para el mercado de trabajo con el objetivo de que esa gente no se tenga que meter en pateras arriesgando su vida. Ahora mismo estamos en una situación excepcional, con un paro galopante y mucha crispación. No es la situación ideal, pero creemos que es el momento adecuado para sentar bases.