El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos , visitará esta semana Cabo Verde, Gambia y Mauritania, tres países de África subsahariana que el Gobierno considera «prioritarios» para frenar las avalanchas de inmigrantes ilegales que llegan a España a bordo de cayucos.

El jefe de la diplomacia impulsará ante sus autoridades acuerdos que permitan controlar mejor esos flujos, repatriar indocumentados y luchar de forma más efectiva contra las mafias que trafican personas.

Cabo Verde está considerado un país de tránsito de inmigrantes porque, aunque es un archipiélago, por sus aguas pasan numerosas embarcaciones – a veces llegan incluso a hacer escala en alguna de sus islas – cargadas de «sin papeles» con destino a Canarias. El pasado 25 de mayo, su Gobierno aceptó negociar y firmar con España un acuerdo de readmisión de sus nacionales que lleguen de forma ilegal.

La firma del acuerdo podría realizarse en esta visita de Moratinos que se entrevistará hoy en Praia, la capital del país, con el presidente de la República, Jorge Verona; el primer ministro, José María Pereira; y su homólogo caboverdiano, Víctor Borges. Es la primera visita oficial de un ministro de Exteriores a Cabo Verde, donde el Ejecutivo reforzó hace unas semanas su presencia diplomática y tiene previsto abrir una embajada.

Moratinos llega mañana a Gambia para ver a su homólogo, Sidi Morro Sanneh, y aprovechará la celebración en Banjul de la Conferencia de la Unión Africana y tener contactos con ministros de varios países del África occidental subsahariana. Exteriores confirmó que habrá reuniones con los jefes diplomáticos de Guinea Bissau y Guinea Conakry y otras con líderes de países «importantes por cuestiones de inmigración» y con el presidente de la Unión Africana, Alpha Umar Konaré. Los encuentros servirán para preparar la Cumbre Euroafricana sobre migraciones, en Rabat el 10 y 11 de julio.