SAN JAVIER / Vecinos protestan por las peleas y la música alta en pisos de ecuatorianos

Aseguran que no son racistas, «aquí estamos gitanos, payos y magrebíes»

La Verdad, 26-06-2006

«Cualquier día aquí hay una guerra», dice con indignación uno de los vecinos que ayer se unieron para protestar en la calle peatonal del barrio San Francisco, en pleno centro urbano de San Javier.

Los ruidos que, de forma constante, producen los ocupantes de seis pisos, de nacionalidad ecuatoriana, los tienen al borde «de cometer un disparate, porque un día, después de varias noches sin dormir, se va a liar», lamenta un vecino. El grupo de residentes que ayer reclamó vigilancia policial en la barriada, estaba formado por españoles, marroquíes y alguna familia de etnia gitana. «No somos racistas, no vamos contra nadie; sólo queremos que nos dejen dormir y dejen descansar a nuestras familias", contaba un padre gitano, con uno de sus hijos en los brazos. La música que les martillea los oídos durante las madrugadas es lo más irritante, aunque no lo peor. «Tiran botellas desde las ventanas y orinan por los balcones hacia la calle», explica un vecino. Cuando algunos vecinos han llamado a su puerta para pedirles silencio, aseguran que los han echado con malos modos, explica un propietario de la calle Monseñor Carrión Valverde, y «nos tiran cristales y hierros por la ventana», cuenta una afectada.

Los trabajadores marroquíes que viven en la misma calle se han unido a la protesta. "Me marcho temprano a trabajar y siempre me despiertan a los niños. Tengo incluso miedo, porque dejo a mi mujer sola en casa», comenta un vecino magrebí, que se queja de que incluso llegaron a saltar a su balcón. Están hartos del ruido y de los actos vandálicos en la barriada, que han destrozado casi todos los cristales de los portales y algunos carteles de comercios.

Bar conflictivo

En la misma avenida, denuncian que un bar regentado por ecuatorianos se convierte en escenario habitual de peleas. «Se lían a botellazos de madrugada y a veces hasta con cuchillos, y muchos días dejan charcos de sangre en el suelo», cuenta un vecino indignado.

Hace ya casi dos años que sufren los alborotos de esta comunidad de ecuatorianos que, según los vecinos, se hacinan en seis pisos. «En algunos pisos viven 4 ó 5 familias», afirman.

Tanto vecinos españoles como marroquíes aseguran que han llamado varias veces a la Policía local, pero que nunca se ha presentado en el barrio. Se quejan además de que funciona una guardería ilegal en un bajo de la calle Carrión Valverde con la avenida Doctor Soler Hernández, donde reciben cada día a unos 20 menores. Este periódico intentó ayer conseguir la versión del concejal de la Policía local, David San Nicolás, aunque éste no respondió al teléfono.

En los últimos años,se han producido manifestaciones en protesta por el hacinamiento de inmigrantes en pisos y cocheras sin las mínimas condiciones de higiene. La falta de vigilancia policial, la suciedad en las calles y los conflictos en la barriada llevaron a los vecinos a protestar en la puerta del auditorio y por las calles.

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