Los emigrantes llegan con buena salud

CARLOS AMAYA / Secretario de la Confederación de Sindicatos de Médicos

La Razón, 26-06-2006

La Administración central no está cumpliendo. Al Ministerio de Sanidad le
quedan una serie de competencias, y una de ellas es la sanidad de las
fronteras. Si a nivel de Policía un autobús coge y se da la vuelta, a
nuestro nivel no se está haciendo nada. Ni a nivel de puertos, ni al de
carreteras o aeropuertos. Además, también hay que preguntarse cómo
funciona un sistema sanitario tan parcelado, con competencias en hasta 19
comunidades. Bueno, pues ni se coordina ni se cohesiona. Ahora mismo, el
sistema nacional de Salud ofrece desigualdades porque hay 17 servicios
regionales cuya distribución de recursos en enero de 2002 fue diferente.
En este momento, la prestación de servicios que demanda la población
emigrante no es la misma para todos. La administración local está haciendo
un trabajo importante, ya que cubre esa salud pública y esa educación
sanitaria en la incorporación de los emigrantes. Hay cuatro comunidades
que asumen la mayor masa de esta emigración: Madrid, Cataluña, Andalucía y
Comunidad Valenciana. Por otro lado, los indicadores nacionales de salud
- esperanza de vida, mortalidad infantil, estudio de enfermedades… – no se
han modificado. Por tanto, la incorporación de extranjeros no ha influido
en estos estándares. Y es que la población emigrante que viene a España
goza de muy buena salud. Los distintos «picos» que surgen de enfermedades
como sarampión, varicela… se deben a que se trata de enfermedades que
también se dan en la población española. El perfil de emigrante nos
presenta a un joven, de 25 – 30 años, que no tiene anticuerpos suficientes,
por lo que no puede combatir esa enfermedad. Por ello, suelen demandar
servicios sanitarios de atención primaria: medicina familiar, enfermedades
comunes y, sobre todo, pediatría. Los recursos de infraestructuras están
realizándose, pero hay falta de planificación y coordinación de médicos.
Nuestros hospitales y centros de salud están saturados. Por lo que a las
dificultades que aparecen en las consultas se refiere, destaca la falta de
comunicación, de confianza entre médico y paciente.
   

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