«Por fin ha comenzado a verse movimiento de verdad», afirma satisfecho Ismael, uno de los vecinos de los barracones del Sardinero que viene batallando para acabar con lo que consideran un peligro y un foco de infecciones, que según anunció la Ciudad el pasado viernes serán echados abajo mañana lunes.

Allí, en las naves industriales abandonadas de la avenida Madrid se aloja un número indeterminado de inmigrantes ilegales en un entramado de habitáculos insalubres que habitualmente comparten con ratas y pulgas. Desde el viernes el panorama ha comenzado a cambiar, según aseguran los vecinos. Bomberos y operarios municipales procedían ayer a la tala de un eucalipto que sobrepasaban ya el tercer y cuarto piso y al bloqueo de la entrada a los barracones más alejados de la avenida.

No es ni mucho menos la primera vez que desbrozan y desinfectan, apunta una vecina cuyas ventanas de su domicilio están en la vertical del barracón ocupado. Hace poco más de un mes, técnicos municipales desratizaron la zona, «pero como si nada», concluye.

Expulsión de inmigrantes

Para garantizar la tranquilidad y evitar problemas, la Policía Local desalojó en la mañana de ayer a las personas que aún permanecían en el interior de cara a los trabajos de demolición que los cuatro viejas naves industriales. Los intentos fueron en vano pues a media tarde una decena de inmigrantes ocupaba de nuevo el interior de uno de los edificios abandonados.

El lunes, una excavadora acudirá a los citados barracones de la barriada del Sardinero para comenzar los preparativos para tirar abajo las viejas naves y vaciar el solar. La incógnita está en el futuro de los terrenos, propiedad de las empresas Borrás y Eroski.

Los afectados, que hace diez días se entrevistaron con el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, especulan con muchas posibilidades pero desearían que el espacio liberado tuviese como destino algún tipo de dotación social, deportiva o cultural para la zona, «muy necesitada de zonas verdes, o de pistas deportivas», sugiere Ismael, que de momento, se contenta con ver que han comenzado los trabajos para hacer desaparecer sus problemas.