Militares y Policías los cercan. Tratan de desvanecer su sueño de llegar a Estados Unidos. Son miles de hondureños que llevan varios días a la intemperie en una carretera de Guatemala. Partieron desde Honduras, dejando atrás violencia y miseria. Y con un ápice de esperanza en las promesas de Joe Biden, consiguieron pasar la primera barrera. Pero al otro lado, lo que les esperaba era peor. Golpes y gases lacrimógenos. Según las ONG hay varios heridos.Son familias enteras, y muchos con niños, que tratan de avanzar, de cruzar a México. Donde ya han redoblado el blindaje. Pero parece ser que la caravana migrante se niega a dar marcha atrás. Redacción