Soy feliz en Murcia

La Verdad, 25-06-2006

Cuando tomé el autobús en mi Crimea lejana apenas imaginé qué podía encontrar en esta región que no llegué a ubicar correctamente en ningún mapa. Sin embargo, unos amigos que vinieron antes que yo me animaron a emprender mi viaje.

En mi país me dedicaba a ser costurera, un empleo que apenas me reportaba unos 100 euros al mes. Con ese dinero, debíamos mantenernos mi marido y mi pequeña de 12 años. Aquello no era vida o, cuando menos, no había futuro para mi familia. El trayecto en autobús fue interminable. Creía que nunca llegaría y, lo que es peor, ni siquiera si encontraría a mis amigos.

Luego, cuando llegué a la ciudad, me dirigí a visitarlos. ya me habían contado que en una organización llamada Cáritas atendían muy bien a quienes venían a probar fortuna en España. Y me decidí a pedirles ayuda. Ahora, cuando apenas hace tres meses que estoy en este país, debo agradecerles a todos la ayuda y apoyo prestado.

Gracias a ellos he encontrado un empleo y pronto podré traer a mi familia. Me gustaría empezar aquí una nueva vida donde mi pequeña tenga futuro. Realmente, he acertado.

Ganna Pryanikova es inmigrante de Crimea y residente en Murcia

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