La intención de la Consejería de Derechos Sociales es reabrir los «grandes centros» que disponía el Gobierno de Canarias durante la crisis de los cayucos para hacer frente a la falta de espacio para acoger a los menores inmigrantes no acompañados que llegan hasta las costas de las islas.

Sin embargo, esta es una tarea «larga y compleja» debido a que estas instalaciones, ubicadas en La Esperanza y Arinaga se encuentran «en ruinas», según ha señalado la viceconsejera de Derechos Sociales, Gemma Martínez «porque el anterior equipo de Gobierno decidió abandonarlos», apostilla.

Aunque se hará por procedimiento de urgencia, tardarán aún «bastantes meses» en estar disponibles, ya que el primer paso es la cesión por parte de la Consejería de Educación para que se inicien las obras. De momento, los técnicos ya han visitado las instalaciones y según Martínez, «hay que echarlas abajo».

Canarias tutela actualmente a más de 2.400 menores inmigrantes , una cifra que ha superado la capacidad de acogida del archipiélago, que se ha visto obligado a alojar a estos chicos en tres hoteles del sur y «negociar» con otras comunidades su traslado, aunque de momento, esta vía no ha dado el resultado esperado. Asuntos Sociales confía en trasladar a 500 niños pero hasta ahora el resto de autonomías solo ha ofrecido 100 plazas.