Agentes de la Policía Nacional detuvieron ayer a 59 personas que invadieron de forma pacífica el nuevo Centro de Internamiento para Inmigrantes que se está construyendo en la Zona Franca y se prevé abrir este verano. Con una estética «anarquista y radical», según fuentes de la Subdelegación del Gobierno, cerca de 200 ‘okupas’ accedieron a las instalaciones por diferentes vías de acceso y reivindicaron «la libre circulación» de los extranjeros y su derecho de permanencia.

El desalojo del edificio se llevó a cabo en medio de las protestas de los jóvenes, de diferentes nacionalidades, que denunciaron «la violencia» mostrada por los agentes en una intervención coordinada por la Policía Nacional y apoyada por la presencia de una treintena de Mossos d’Esquadra.

La ocupación de las dependencias del acuartelamiento del CNP tuvo lugar poco después del mediodía. Los ‘okupas’ cortaron los cables del circuito cerrado de televisión del sistema de seguridad de las dependencias y desplegaron una pancarta en la que expresaron su oposición al funcionamiento de este tipo de recintos. Superados en número por los ‘okupas’ y a fin de evitar «daños irreparables», los vigilantes del centro decidieron no utilizar sus armas y esperar refuerzos policiales. A su llamada respondieron miembros de la Brigada Provincial de Información y de varias comisarías limítrofes.

Fuentes policiales explicaron que en menos de dos horas detuvieron a la mayoría de personas que accedieron al recinto, sin que se tuvieran que lamentar daños «reseñables en las instalaciones» ni se produjesen lesiones, tanto entre los miembros de los cuerpos de seguridad como «de los alborotadores».

No obstante, los arrestados, entre los que figuraban, según explicaron portavoces del CNP, individuos pertenecientes presumiblemente a «grupos antisistema y simpatizantes detenidos en operaciones policiales anteriores por la colocación de artefactos explosivos en Barcelona», reprobaron los métodos empleados por los agentes. Frente a la actitud pacífica de los ocupantes, la Policía respondió, denunciaron, con una «actitud muy agresiva».

Cámaras de televisión

Según los manifestantes’, los policías rompieron el micrófono de la cámara de un periodista de TVE y retuvieron también a otro reportero televisivo de una agencia de noticias que trabajaba junto a una redactora. Como el resto de los detenidos, uno de los periodistas acabó prestando declaración en la comisaría de la Verneda de la Ciudad Condal.