Promesas incumplidas

Fox abandona el Gobierno mexicano sin haber conseguido solucionar en seis años los problemas más importantes que asuelan el país, mientras que su política exterior también ha fracasado

El Correo, 25-06-2006

El presidente de México, Vicente Fox, entra en la recta final de su mandato sin haber conseguido cumplir lo que prometió durante la campaña que lo encumbró en el año 2000. Cuando el próximo 1 de diciembre entregue el poder al candidato que gane las elecciones el próximo 2 de julio, el mandatario pasará a la historia como el hombre que acabó con los 71 años de gobierno ininterrumpido del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Pero por poco más.

Eso sí, la alternancia de poder se ha realizado sin sobresaltos, la transición del autoritarismo priísta a la democracia también está consolidada y Fox, de 62 años, abrió el camino a la transparencia con una ley promulgada en 2002. Recientemente, el presidente dijo que el pueblo mexicano «tendrá la última palabra sobre este gobierno». Y añadió: «Mi conciencia está tranquila. He dado lo mejor de mí».

Sin embargo, los grandes temas no han sido solucionados y las inquietudes de los mexicanos siguen siendo prácticamente las mismas: la inseguridad, la corrupción, la impunidad, Chiapas, el narcotráfico, el acuerdo migratorio con Estados Unidos, el crecimiento económico y la creación de empleo. Fox dijo que durante su mandato se generarían un millón de puestos de trabajo anuales, sin embargo, apenas han sido 180.000 los nuevos empleos. El ex director ejecutivo de Coca – cola propició los microcréditos para los ‘changarros’ (carritos ambulantes), atendidos generalmente, por mujeres y facilitó el acceso de los más pobres a los servicios de salud y la electricidad.

A pesar de ello, Fox sostiene haber «dedicado cada minuto y cada segundo del tiempo durante seis años» para resolver los problemas del país. Y de tener que repetir, «lo haría con la misma pasión y energía». Con sus botas, pantalón vaquero y en mangas de camisa, ha viajado por todas las regiones y mantiene un nivel de popularidad alto entre el pueblo llano.

Pero sus opositores proclaman el fracaso de su política exterior, en especial por no haber logrado el acuerdo migratorio con Estados Unidos, aunque se negó a apoyar la invasión de Irak que lideraba Washington. El mandatario se irritó cuando sus opositores dijeron que, por su sumisión al inquilino de la Casa Blanca, México era «el patio trasero de Estados Unidos». Otro punto de conflicto fue el distanciamiento con Cuba, que todavía se mantiene.

En los asuntos domésticos, tampoco pudo sacar adelante sus reformas, en parte, porque el Parlamento estaba controlado por la oposición, con quien no pudo alcanzar un consenso para la gobernabilidad.

CORRUPCIÓN

Fox empezó su mandato divorciado, y justo al año se casó con su estrecha colaboradora, jefa de prensa y luego portavoz del gobierno Marta Sahagún. Meyer destacaba que los mexicanos «siguen asombrados de que (Fox) no haya robado». Sin embargo, su imagen está empañada por las denuncias contra el tráfico de influencias de los hijos del primer matrimonio de la primera dama.

Poco después de llegar a los Pinos, la residencia oficial de la presidencia, se destapó el escándalo de las toallas. Se dieron facturas y cifras y poco a poco quedó atrás por el comportamiento de Sahagún.

A poco de casarse, el 2 de julio del 2001, Sahagún declaraba que «quería hacer historia» porque «siempre he hecho política». Desde el primer momento, demostró que no iba a ser como las anteriores primeras damas y limitarse a un papel protocolar y adelantó su ambición de llegar a ser señora presidenta. Su actitud levantó grandes críticas, por lo que tuvo que dar marcha atrás.

Sahagún organizó la fundación ‘Vamos México’ y tuvo que explicar de dónde y adónde iban los fondos que la nutrieron. Algunos correspondían a destacados empresarios.

La periodista argentina Olga Wornat, autora de la biografía ‘La jefa’ y de ‘Crónicas Malditas’, donde relata los pasos de sus hijos, la definió como la «esposa incómoda y los hijos incómodos ( ) porque tanto es el abuso, tanto que en un punto llegará el castigo de algún lado».

La primera dama emitió un comunicado rechazando las acusaciones de que sus hijos reunieron grandes fortunas gracias al financiamiento del gobierno, y por contrabandear bienes desde China. El año pasado, demandó por «daño moral» a Wornat. Ganó en primera instancia la demanda, pero sus hijos están bajo el escrutinio de la Justicia.

CHIAPAS

Vicente Fox dijo que él resolvería el conflicto de Chiapas «en 15 minutos». Han pasado seis años, y los zapatistas siguen siendo un problema, aunque mucho menor.

Hace cinco años, el subcomandante Marcos salió de la selva de Lacandona y emprendió el ‘zapatour’, con el que recorrió todo el país y concluyó con una gran concentración en la capital mexicana. Los líderes zapatistas se dirigieron al Congreso. Poco después, se aprobaba una ley indígena, pero descafeinada para el gusto de Marcos.

En enero de este año emprendió otro recorrido, que lo llamó la «otra campaña», pero no ha tenido el mismo eco. El subcomandante Marcos está en el Distrito Federal y aspira a reconvertir a la política a la organización que se levantó en armas el 1 de enero de 1994, aunque no disparó un solo tiro.

ACUERDO MIGRATORIO

Otra promesa incumplida. Los atentados contra las torres gemelas de Nueva York endurecieron las leyes y controles migratorios. Fue el intento de Fox de llegar a un acuerdo migratorio contra unas medidas cada vez más duras. Los mexicanos, centroamericanos y sudamericanos que arriesgan su vida para mantener a sus familias en sus países de origen lo tendrán todavía más difícil.

El Gobierno estadounidense ya comenzó a desplegar en los puntos más calientes de los 3.200 kilómetros de frontera común a 6.000 miembros de la Guardia Nacional que reforzarán la Patrulla Fronteriza. Además, ordenó la extensión de unos 850 kilómetros más del muro divisorio.

De los 106 millones de mexicanos, unos 6 millones viven ilegalmente en Estados Unidos. Fox buscó regularizar su situación, pero el acuerdo «parece cada vez más distante», como acaba de señalar la directiva del opositor PRI.

Anualmente, unos 500 pierden la vida al intentar entrar sin papeles en Estados Unidos, bien pagando a ‘polleros’ – contrabandistas de personas – o cruzando ríos o el desierto. Según grupos de Derechos Humanos, las víctimas aumentarán porque tendrán que buscar caminos más intrincados.

Por su parate, el analista José Antonio Crespo señalaba que «durante décadas, los políticos mexicanos han prometido reducir la migración a Estados Unidos, pero la creación de nuevos empleos simplemente no es suficiente».

IMPUNIDAD

El historiador y analista Lorenzo Meyer sostiene que persiste la impunidad de los involucrados en la ‘guerra sucia’ contra campesinos y estudiantes llevada a cabo durante los siete decenios de hegemonía del PRI. Fox se había comprometido a llevar a los responsables de la matanza de Taltelolco, y otras ocurridas entre 1968 y 1971, ante la justicia. Entre ellos, figuraban los ex presidentes Luís Echeverría y José López Portillo.

Poco después de asumir el gobierno, el presidente encargó un informe a la Comisión Nacional de Derechos Humanos sobre los desaparecidos. El voluminoso texto estaba listo en noviembre del 2001. La comisión estableció la desaparición de 532 personas en los años 1970 – 80 e involucraba a 37 oficiales de Gobierno y 74 funcionarios públicos. El jefe de Gobierno ordenó la apertura de los archivos secretos y prometió investigar a todos.

El ex presidente José López Portillo, ya fallecido, criticó entonces a Fox por revivir «el remoto y lamentable» tema de los desaparecidos. «Yo no fui, no soy policía, fui presidente», dijo, y sostuvo que como comandante de las fuerzas Armadas respaldó las acciones del Ejército.

Según Meyer, el mandatario confiaba en concretar con los priístas un pacto para sacar adelante las reformas fiscal, energética y laboral y por ello decidió no hurgar demasiado en un pasado que afectaba al PRI. Por ello, se conformó con crear una Fiscalía Especial en lugar de una Comisión de la Verdad. «Fox está por concluir su mandato y Echeverría entra y sale, pero de un hospital, y da la impresión que morirá sin pasar por un juzgado, menos por una cárcel», indicó.

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