Schwarzenegger planta cara a Bush al negarse a enviar más tropas a la frontera mexicana

El gobernador del California cree que la militarización de la zona no es una medida popular de cara a su reelección

El Correo, 25-06-2006

El hombre que hizo el discurso más patriótico de la Convención Republicana en 2004 para apoyar la candidatura del presidente George W. Bush plantó ayer la petición de enviar más tropas a la frontera con un rotundo «no». Y es que la reelección que esta vez está en puertas no es la de Bush, sino la de Arnold Schwarzenegger como gobernador de California, donde la militarización de la frontera no es una medida popular para ganarse el voto latino.

La respuesta del gobernador a la petición de 1.500 miembros adicionales de la Guardia Nacional para el tramo de frontera entre Arizona y Nueva México tardó menos de 24 horas. El argumento es que, con las 2.200 tropas desplegadas en Irak, muchas de las cuales han servido dos turnos consecutivos, y los mil soldados que ha comprometido ya para cubrir su tramo de frontera, la seguridad de California se vería en entredicho ante emergencias tan elementales como incendios o terremotos.

La Casa Blanca hizo una mueca e insinuó a la prensa que la negativa de Schwarzenegger puede retrasar toda la operación ‘Jump Start’ para desplegar 6.000 miembros de la Guardia Nacional en la frontera con México.

‘Gobernator’, como llaman muchos de sus ciudadanos al protagonista de ‘Terminator’ que les gobierna, ya plantó su batalla al gobierno de Bush cuando se anunció la medida, pero después de dos semanas de tira y afloja acabó firmando el acuerdo con el compromiso de que sean sólo voluntarios y estén de vuelta en dos años.

La nueva petición de la Casa Blanca, que no ha explicado por qué Arizona y Nuevo México no pueden proporcionar suficientes elementos para cubrir su propio tramo de frontera, es tan inusual que algunos sospechan una maniobra política con la que fortalecer la imagen de Schwarzenegger. Las encuestas le otorgan un 7% menos del voto latino de lo que recibiera en 2003.

«La llamada ‘petición’ de la Casa Blanca es una farsa que tiene como objetivo dar cobertura política a Schwarzenegger», denunció la campaña de su rival, el demócrata Phil Angelides. En un momento en que Bush se enfrenta a los peores sondeos de opinión que haya tenido nunca en el estado, el demócrata insistió en que la maniobra consiste en que «aparezca diciendo: ‘Mira, le estoy plantando cara a Bush».

Si ésa era la estrategia, funcionó con muchos periódicos del país, pero no con ’Los Angeles Times’. «Diciendo no al presidente (en esta nueva petición), logra reafirmar su independencia sin parecer que se niega a cooperar», interpretaba ayer el rotativo.

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