‘Yo le pongo su vinito’, dijo una compañera de la mujer asesinada el viernes, dejando un vaso junto a las velas encendidas MADRID. – La vida en la plaza de los cines Luna continúa. El quiosco frente al que Manuel Córdoba apuñaló a su ex compañera Victorialla Nusea amaneció ayer con un altar improvisado. Velas, elementos personales y alguna flor recordaban el lugar exacto donde la ucraniana perdió la vida el pasado viernes, tras recibir 14 puñaladas.

«Yo le pongo su vinito», afirmaba María, amiga de la fallecida, depositando un vaso junto a las velas encendidas. «Tenían problemas. Vicky vivía con Domingo, su nuevo novio», declaró. «Dicen que la fallecida había robado 100 euros a Manuel», pero según María, parece que pudo ser más un crimen pasional que un ajuste de cuentas.

Mientras tanto, y ajenos a cualquier comentario, policías nacionales y municipales patrullaban ayer la plaza. Hacia las 18.00 horas, una pareja de agentes municipales y otras dos parejas de policías nacionales vigilaban en la plaza de Santa María Soledad Torres Acosta, como se llama realmente este lugar.

Entretanto, alcohólicos, indigentes, prostitutas y camellos prosiguen con sus vidas al filo de la muerte. El distrito Centro es una de las seis zonas de Madrid donde se registró un mayor aumento de la delincuencia durante el año 2005, junto con los distritos de Carabanchel, San Blas, Tetuán, Usera y Villaverde.

Los vecinos aceptan este hecho con resignación: «Ha tenido que ocurrir lo que ha ocurrido para que la plaza esté como tiene que estar», declaró Angel Canales, encargado del Horno de Tudescos, una charcutería que lleva más de 60 años en las inmediaciones de este lugar.

«Parece incongruente que desde las instituciones se promocione el centro y luego vendamos una imagen que ni tenemos, ni existe», matizó Angel Canales.

Su compañero mueve la cabeza afirmando cada una de las palabras de su encargado: «Yo vivía aquí antes, de soltero, y era una zona muy tranquila. Ahora no se puede pasear de noche. Lleva así 15 años, desde que limpiaron Chueca», aseguró. Tras la tormenta viene la calma, aunque por el momento sea tan sólo aparente.

Para Angela Oriola, vecina de toda la vida de la plaza de la Luna, lo que pasó el viernes es lo que pasa todos los días: «Yo no tengo nada en contra de nadie, pero lo que hace falta es una buena limpieza», declaró. «La verdad es que nunca han hecho nada, pero no se puede dejar a los niños solos aquí».

Sin embargo, Horacio, encargado de la librería Atlántica, piensa que «todo está muy sucio», pero que la seguridad es buena. «En los más de 10 años que llevo aquí, es la primera vez que pasa algo como lo de ayer».

Lo cierto es que los vecinos se sienten inseguros y muchos comercios se han visto obligados a trasladarse debido a la falta de clientela. Las peleas en la calle son habituales. «Me da más miedo abrir la tienda a las cinco de la tarde que a las diez de la mañana, que no hay nadie», aseguró Alba Flores, empleada de Tibor de Oriente, una tienda de productos asiáticos.

«Muchos días te encuentras la calle con meadas y cagadas y nunca cerramos solas», admitió su compañera, Dina Fernández, «no sé si ha sido por el suceso de ayer o por qué, pero no ha entrado prácticamente nadie».

Debido a que la situación se ha vuelto del todo insostenible, el Ayuntamietno pidió ayer la ayuda de la Delegación del Gobierno. El concejal de Seguridad, Pedro Calvo, anunció que va a llevar este asunto al Consejo Local de Seguridad, que se celebrará el martes. Los responsables municipales son conscientes de lo que sufren los vecinos de esta plaza e insisten en que la solución radica en una mayor implicación de la Delegación del Gobierno. Muchos de los delitos que se producen día a día en esta zona competen a la Policía Nacional.

El Consistorio está dispuesto a recibir a la asociación de vecinos, pero insiste en que va a reclamar el apoyo de la Delegación para crear un dispositivo efectivo que termine con la degradación que sufren estas calles a escasos cien metros de la Gran Vía.

Por su parte, el portavoz adjunto del grupo municipal del PSOE en el Ayuntamiento, Oscar Iglesias, pidió ayer al alcalde Alberto Ruiz – Gallardón, que convoque el Consejo Local de Seguridad del distrito Centro de manera «urgente». El objetivo de esta reunión sería establecer «un plan de choque social y policial consensuado con los vecinos».

Además, el presidente de la Federación de Comerciantes y Vecinos del Centro de Madrid, Florencio Delgado, reclamó «una campaña integral y urgente» que mejore la seguridad ciudadana: «Estamos hartos de todo lo que ocurre, prostitución indiscriminada en muchas calles, robos, peleas, gentes extrañas que dan la impresión de que están esperando algo, en definitiva, miedo para andar como ciudadanos libres o protegidos por sus fuerzas de seguridad», denunció Delgado.

Los vecinos van a guardar hoy un minuto de silencio en Callao para continuar con sus protestas.