El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha tachado este miércoles de “pura xenofobia” vincular a los inmigrantes con la pandemia y se ha mostrado dispuesto a consensuar una gestión “solidaria” de la crisis migratoria que sufre Canarias, apelando a la colaboración de todas las comunidades autónomas.
Con un “sí” rotundo ha respondido Sánchez en el pleno del Congreso cuando el diputado de Nueva Canarias Pedro Quevedo le ha preguntado por su disposición a buscar una gestión compartida a escala estatal de la presión migratoria que sufre el archipiélago, al que han llegado este año más de 20.000 inmigrantes de forma irregular.

Pero no ha dado detalles de cómo puede ser esa “gestión solidaria”, teniendo en cuenta que el Gobierno, hasta el momento, ha rechazado traslados masivos de inmigrantes a la península para evitar un eventual efecto llamada para las mafias.

El jefe del Ejecutivo ha explicado que está demandando la solidaridad tanto de las comunidades autónomas como del resto de países europeos, ha recordado el fondo de 43 millones de euros aprobado por la Comisión Europea para las islas y ha resaltado el trabajo diplomático del Gobierno con los países de los que parten los cayucos y pateras.

Tras insistir en que los traslados que está gestionando el Gobierno se desarrollan atendiendo a especial vulnerabilidad de las personas o a sus solicitudes de protección internacional, ha garantizado que en ningún caso hay problemas de seguridad sanitaria porque todos los que llegan las costas se someten a pruebas PCR.

Y ha aprovechado este contexto para denunciar que algunas formaciones políticas estén planteando un vínculo entre pandemia e inmigración, algo que es “pura y simplemente xenofobia”.

Quevedo se ha quedado con el rotundo sí de Sánchez a su petición de una gestión solidaria de la crisis, porque Canarias, ha subrayado, “no puede convertirse en una cárcel sin salida para personas desesperadas”.

Tras criticar la actuación “lenta” y “descoordinada” del Gobierno, el diputado ha considerado que es el momento de “corregir” la política aplicada, en la que Canarias ha tenido la sensación de que se colocaba una nueva fronteras entre las islas y el resto del Estado.

“Confiamos en que su intervención permita que esto no vuelva a ocurrir, que se actúe con diligencia y que el conjunto de las comunidades autónomas y el resto de los países de Europa asuman la carga de una crisis que no hemos provocado nosotros”, ha concluido.