NUEVA DELINCUENCIA // GOLPE POLICIAL A LOS GRUPOS DE LADRONES DE CHALETS Y COMERCIOS
Caen los autores del secuestro de Matadepera y un robo en Viladecans
El Periodico, 23-06-2006Dos casos resueltos en un solo golpe. La Guardia Civil detuvo ayer en Barcelona, Ripollet y Sant Boi de Llobregat a seis componentes de una banda acusada de asaltar el 24 de abril un chalet de Matadepera y secuestrar durante unas horas a la propietaria y a su hijo, de 5 años. Fuentes de la investigación aseguraron a este diario que se trata de las mismas personas que presuntamente obtuvieron un botín de más de 50.000 euros en el atraco del pasado lunes a la joyería de la avenida de Roureda de Viladecans, tras maniatar y golpear a su propietario.
Tras 60 días de búsqueda y descartar a una veintena de sospechosos, la Guardia Civil detuvo en la madrugada de ayer al colombiano John Fredy Malla, de 27 años, en su domicilio de Sant Boi como presunto cerebro de la banda que perpetró el asalto y el secuestro de la también colombiana Andrea P. R., de 25 años, que es prima suya. En el registro de la casa del detenido, los agentes se incautaron de joyas, que anoche averiguaron que fueron robadas en el atraco a la joyería de Viladecans.
Además, los investigadores sospechan que el grupo pudo cometer otros robos a joyerías, ya que algunas alhajas requisadas no pertenecen ni a la joyería de Viladecans ni al robo del chalet de Matadepera. Fuentes de la investigación subrayaron anoche que faltan por arrestar una o dos personas, que habrían ayudado al grupo, que se reunía esporádicamente y solo para perpetrar los robos. Los detenidos son cinco hombres y una mujer: dos ecuatorianos, dos españoles y un marroquí, además del colombiano.
ACENTOS DIVERSOS
En una nota, la Guardia Civil subraya: “Una de las claves que ha ayudado a culminar con éxito la operación ha sido el variado acento de los asaltantes, lo que inducía a pensar que la banda estaba integrada por personas de distinta nacionalidad”. La víctima declaró en su día que dos de los asaltantes de su casa de la calle Font del Querol, de la urbanización Cavall Bernat, tenían acento de Ecuador – – “sin ningún género de dudas”, dijo – – , otro era español y un cuarto – – que resultaría su primo – – permaneció callado. Todos ellos, dijo, iban encapuchados y con guantes.
GOLPE TRANQUILIZADOR
El delegado del Gobierno, Joan Rangel, y el general de la Guardia Civil, Antonio Carrascosa, no podían esconder ayer su alegría por la resolución del caso que más alarma social a causado en Catalunya en los últimos dos meses de ola de robos. “La ciudadanía puede dormir más tranquila, ya que la mejor respuesta a los robos es la detención de sus autores”, declaró Rangel en una concurrida rueda de prensa.
Agentes de los GEOS – – un centenar en total – – entraron simultánea – mente en los tres pisos. La operación, denominada Querol, se desarrolló entre las cinco y las nueve de la mañana, y permitió desarticular casi toda la banda, a la que se atribuyen otros delitos, como el posible asalto a joyerías y diversos robos. Entre los objetos requisados figura una pistola de fogueo.
Por el momento, la acusación formal es de robo con violencia e intimidación y secuestro, además del atraco a la joyería. El atestado policial considera a John F. Malla y al padrastro de su esposa, el ecuatoriano Henry Wiomark Valle, como las personas que supuestamente planearon y ejecutaron el asalto, junto con dos de sus compinches. Por estos hechos, han sido detenidos el español Jonatan P. y el marroquí Mustafá R., así como Mercedes G. M., de nacionalidad española.
El origen variopinto de los asaltantes permitió a Joan Rangel hacer una reflexión sobre la inmigración: “El caso demuestra que no se puede relacionar el origen con la delincuencia y que los delincuentes se agrupan sean de donde sean”.
A la banda se le imputa haber entrado en el chalet de Matadepera, en cuyo interior golpearon y ataron a su propietario y, tras robar las joyas, el dinero y dos vehículos, secuestraron a su mujer y a su hijo. Ambos fueron abandonados unas horas más tarde en el maletero de uno de los coches robados, después de que los ladrones sacaran todo el dinero disponible en cajeros automáticos con las tarjetas de las víctimas. Precisamente, el análisis de las cintas de la cámaras bancarias permitió a los investigadores identificar a los detenidos.
PRIMO DESAGRADECIDO
Fuentes policiales explicaron que John Fredy Malla mantuvo una buena relación con su prima, por lo que nada hacía pensar que, según todos los indicios, terminaría urdiendo el asalto de su casa y su secuestro exprés. La mujer y su esposo, Fernando G. A., de 52 años, alojaron a Malla en su chalet a su llegada a España mientras buscaba una vivienda. Después, como no encontraba empleo, el hombre le proporcionó trabajo en su empresa, que fabrica cajones de máquinas tragaperras para la compañía Cirsa.
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