La crisis migratoria en Canarias se enreda ahora en la política nacional
Marlaska acusa al líder del PP de hablar del problema desde el «desconocimiento» y Casado eleva sus críticas al «buenismo» de Sánchez
Canarias 7, , 24-11-2020La crisis migratoria que sufre el archipiélago ha dado en los últimos días un salto a nivel nacional para meterse de lleno entre el cruce de acusaciones entre el Gobierno de Pedro Sánchez y la oposición. Ayer el ministro de Interior arremetió contra el líder del PP que el pasado sábado visitó el muelle de Arguineguín, mientras que Pablo Casado reiteró sus críticas a las política del «buenismo» que sigue el Ejecutivo del PSOE y Podemos frente al incremento de la llegada de barquillas a las islas.
En concreto, el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo en Madrid que en política migratoria «no hay atajos» y arremetió contra el líder del PP, Pablo Casado, por su «absoluto desconocimiento» sobre la crisis migratoria que atraviesa Canarias, donde han llegado más de 18.000 personas en lo que va de año. «No hay atajos en política migratoria», sostuvo el ministro antes de considerar que «decir palabras gruesas demuestra un absoluto desconocimiento» de lo que está ocurriendo en el archipiélago.
Marlaska recordó a Pablo Casado que el Ejecutivo empezó a hacer política migratoria en junio de 2018, cuando llegaron a España los 629 inmigrantes del Aquarius tras la decisión del Gobierno de darles la acogida que Italia y Malta les negó al cerrarles sus puertos. También destacó el trabajo que llevan a cabo los miembros de las fuerzas de seguridad en los países de origen de estas personas para luchar contra las mafias que trafican con inmigrantes.
El ministro del Interior dice que Rabat sabe que España apoya una «solución pacífica» para el Sáhara occidental
Preguntado por el mensaje publicado en Twitter por el vicepresidente Pablo Iglesias recordando la postura de la ONU de defender un referéndum de autodeterminación en el Sahara Occidental, Marlaska indicó que «Marruecos sabe que la política la dirigen el presidente del Gobierno y la ministra de Exteriores». Iglesias publicó ese tuit el pasado 15 de noviembre, cinco días antes de que Marlaska viajara a Rabat en medio del conflicto entre Marruecos y el Frente Polisario.
Al respecto, el titular de Interior dijo que el Gobierno marroquí ya conoce la postura del Ejecutivo español sobre el Sahara Occidental, que la definió Pedro Sánchez ante la ONU en el sentido de encontrar una «situación pacífica, justa y mutuamente aceptada» en la región,. «Esos son los parámetros», ha dicho para añadir que Marruecos sabe que Sánchez y la ministra Arancha González Laya son los que dirigen la política sobre este asunto.
También el presidente del PP utilizó ayer la crisis migratoria que sufre Canarias como punta de lanza contra el Gobierno de Sánchez. Casado reclamó la repatriación de los migrantes que permanecen en el Muelle de Arguineguín (Gran Canaria) a sus respectivos países de origen al tiempo que criticó la actitud «buenista» y la posición «errática» del Ejecutivo.
En una entrevista en la Cadena COPE, recogida por Europa Press, Casado cargó contra el Ejecutivo central por haber pasado «del Open Arms, el Aquarius y el papeles para todos» a, en pocos días, «decir que hay que hacer expulsiones en caliente» y no «hablar de las concertinas de Ceuta y Melilla».
«La situación es insostenible», aseguró el líder de la oposición, que dijo que España atraviesa la «peor crisis migratoria» desde 2006, cuando también gobernaba el PSOE. Por ello, y dado que «la mayoría» de los casi 600 migrantes de Arguineguín son «marroquíes» que han llegado «documentados», Casado pidió al Gobierno que les devuelva a su país de origen.
A su juicio, la inmigración tiene que tener varias posiciones, que pasan por la «firmeza en la defensa de las fronteras, en dotar de más medios a policías y guardias civiles y en la cooperación internacional con los países de origen». Por eso, para Casado la posición «con un aliado como Marruecos» no puede pasar por declaraciones como las del vicepresidente segundo del Ejecutivo, Pablo Iglesias, que solo busca «ofenderles» para después recibir estas «consecuencias».
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